Charlie Gard, el bebé inglés de 10 meses que está internado en un hospital londinense con una enfermedad rara, podría acabar falleciendo en Roma. Después de que la Justicia (incluido el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo) autorizara al centro a retirar la ventilación artificial al paciente, permitiendo que se le preste solo cuidados paliativos, el Vaticano ha propuesto que sea ingresado en el hospital infantil Bambino Gesù de Roma, propiedad de la Santa Sede.
Así lo ha indicado Mariella Enoc, presidenta del Bambino Gesú. “He pedido el director sanitario que verifique con el hospital Great Ormond Street de Londres, donde está ingresado el recién nacido, si se dan las condiciones para un eventual traslado de Charlie. Sabemos que el caso es desesperado y que, por lo que parece, no hay terapias eficaces. Estamos cerca de los padres en la oración y si fuera su deseo, estamos disponibles para acoger a su niño durante el tiempo que le quede de vida”.
"El Santo Padre (el Papa Francisco) sigue con afecto y emoción el asunto del pequeño Charlie Gard y manifiesta su cercanía a sus padres", ha indicado el Vaticano en un comunicado previo a este anuncio. "Reza por ellos, esperando que no se olvide su deseo de acompañar y tratar hasta el final a su bebé".
Mientras, el hospital británico mantiene su intención de apagar las máquinas que permiten que el pequeño siga con vida para darle una muerte con dignidad y con menor sufrimiento. Por otra parte, los padres, Chris Gard y Connie Yates, creen que el bebé podría beneficiarse de un tratamiento experimental en Estados Unidos. La pareja ya ha recaudado más de un millón de libras en donaciones para financiar el viaje.
Aunque pueda contener afirmaciones, datos o apuntes procedentes de instituciones o profesionales sanitarios, la información contenida en Redacción Médica está editada y elaborada por periodistas. Recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.