Los salarios en el sector sanitario han ‘derribado’ por primera vez la
barrera de los 3.000 euros, según los datos sobre el coste laboral publicados este jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que sitúan al borde de los 4.000 euros el sueldo medio de los trabajadores de la industria farmacéutica.
En concreto, según se desprende de este informe sobre el coste laboral en España, el salario medio en las actividades sanitarias se situaba al cierre de 2022 en los
3.009,95 euros, lo que constituye un
incremento sensible con respecto al tercer trimestre del ejercicio (2.507,97 euros).
Este importante repunte de los costes salariales es
habitual en el último tramo de cada ejercicio. Según los datos del INE, los sueldos tienden a caer entre enero y marzo, y vuelven a hacerlo en el tercer trimestre.
Si se toma como referencia el
coste salarial ordinario (que excluye pagas extraordinarias, primas, objetivos y cualquier otro pago de carácter excepcional), la cifra alcanza los 2.299,57 euros.
Respecto al mismo periodo del año anterior, el coste salarial total se ha incrementado en torno a un 6,63 por ciento (se encontraba en los 2.810,63 euros).
Por niveles más elevados se mueven los salarios en el ámbito de la
fabricación de productos farmacéuticos, que en el cuarto trimestre de 2022 se ubicaban de media en los 3.993,85 euros. Es decir, 661,3 más que hasta septiembre.
La media se sitúa por debajo del
‘pico’ máximo alcanzado entre octubre y diciembre de 2021, periodo en el que se alcanzaron los
4.017,71 euros.
Coste laboral en España
A nivel nacional, el coste laboral por trabajador y mes alcanza los
2.996,63 euros en el cuarto trimestre de 2022, lo que supone un aumento del 4,2 por ciento respecto al mismo periodo del año anterior.
El coste salarial, que comprende salario base, complementos salariales, pagos por horas extraordinarias, pagos extraordinarios y pagos atrasados, medidos en términos brutos, sube un 4,7 por ciento en tasa anual, pasando de 2.165,79 a 2.268,00 euros por trabajador y mes. Si se excluye el factor variable de los salarios (pagos extraordinarios y atrasados), se obtiene el coste salarial ordinario, que varía un 3,7 por ciento. Los otros costes (costes no salariales) aumentan un 2,8 por ciento. Su principal componente, las
cotizaciones obligatorias a la Seguridad Social, crece un 4,0 por ciento. En la variación de las percepciones no salariales destaca la disminución de las indemnizaciones por despido y de las prestaciones sociales directas.
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