En medio de la
presión financiera que afecta a los sistemas de salud a nivel global, la
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ha revelado que
la inflación ha erosionado los salarios del sector sanitario en España. Según este organismo, a pesar de que la mayoría de
los países de Europa central y oriental
han experimentado, desde 2011, “
grandes aumentos” en las retribuciones de sus profesionales sanitarios,
España ha estancado el crecimiento de sus salarios.
Así lo ha recogido en su último informe, titulado ‘
Salud de un vistazo 2023’ y elaborado con datos de 2022, donde explica cómo el aumento generalizado de los precios se ha convertido en un factor que dificulta tanto atraer como
retener a los profesionales de la salud. Esto se debe al impacto que esta tendencia ha tenido en los salarios de estos trabajadores, sobre todo en países como
España, que ha mantenido el crecimiento de las
retribuciones de los sanitarios por debajo de la inflación a la que se enfrenta tanto el país como la
Unión Europea.
Esto se debe, también, a la presión financiera a la que se enfrentan los sistemas de salud a nivel europeo. Según la
OCDE, esta situación “refleja un
clima económico desafiante”, que se traduce en “prioridades contrapuestas que
exprimen los fondos públicos disponibles para el sector sanitario”.
Los problemas sanitarios españoles, en línea con los europeos
Este informe también destaca que, si bien
la fuerza laboral en la atención sanitaria ha crecido, las preocupaciones sobre la escasez se están volviendo cada vez más agudas a nivel general en los países de la
Unión Europea. El
envejecimiento de la población es una de las razones por las que la demanda de trabajadores sanitarios y de cuidados a largo plazo comienza a superar la oferta.
En España se habla de la
escasez de sanitarios desde hace años. El
déficit de profesionales se ha convertido en un problema que se debe atajar con políticas y estrategias de recursos humanos. Los contratos y la
precariedad laboral que sufren
los profesionales más jóvenes, en ocasiones, genera un rechazo para que estos permanezcan en nuestro país.
Las necesidades de
una sociedad cada vez más envejecida, además, suponen una
demanda cada vez mayor de recursos sanitarios que afecta a especialidades concretas, como
Atención Primaria o Geriatría.
Junto a esta problemática, la
OCDE destaca
las listas de espera en sanidad como una cuestión de gravedad para muchos países europeos. Se trata de una situación que se ha visto, además, afectada por el impacto de la pandemia del Covid-19. Según establece este organismo en su informe, “
los tiempos de espera para los reemplazos de cadera, rodilla, y cirugías comunes, en general, han mejorado desde el punto álgido de la pandemia, pero
siguen siendo más altos que los niveles prepandémicos en la mayoría de los países”.
Por este motivo,
las consultas telemáticas han aumentado sustancialmente desde 2020, tal y como recoge el documento. Según la OCDE, a nivel europeo, han representado
un 19 por ciento del total de consultas médicas en 2021.
Estas suponen un gran
reto para el sistema de salud. En España, en concreto, se está trabando mucho para afrontar este
salto diferencial en la atención al paciente. En concreto, se recomienda ofrecer seguridad al paciente y
eliminar ruidos que puedan distraer. Además, la distancia y la falta de cercanía pueden entorpecer el proceso asistencial, por lo que se aconseja establecer una
escucha activa durante las
teleconsultas médicas.
Mejora en la calidad de la atención al paciente
Según la OCDE, los indicadores de
seguridad del paciente “muestran resultados alentadores”. El informe recoge que “la prescripción segura en Atención Primaria ha mejorado con el tiempo en la mayoría de los países, con
reducciones en el volumen promedio de antibióticos, opioides y prescripciones a largo plazo de anticoagulantes”.
A pesar de ello, según este organismo, tanto los médicos como las enfermeras se muestran preocupados tanto con los
niveles de personal como con el
ritmo de trabajo. Un 57 por ciento considera que este volumen “puede ser inseguro” y
afectar en la atención a los pacientes.
Además, los servicios de cuidados intensivos mejoran “en su tarea fundamental de mantener con vida a las personas”, según la OCDE. En casi todos los países miembros,
las tasas de mortalidad a 30 días después de un ataque cardiaco o de un derrame cerebral
son más bajas que hace diez años.
El potencial de salud digital
Por último, este informe recoge que
la salud digital muestra “un enorme potencial” a la hora de transformar los sistemas de salud. Sin embargo, la OCDE señala que muchos países “
no están preparados para una transformación” digital en este sentido.
Esta preparación depende “de una s
ólida gobernanza de los datos sanitarios, enfoques coherentes en materia de
seguridad digital y la capacidad de utilizar de manera responsable las
herramientas digitales (incluida la Inteligencia Artificial)”, acorde al documento.
Si bien el 90 por ciento de los países de la OCDE cuentan con un
portal electrónico de salud, “solo el 42 por ciento informó que el público puede
acceder e interactuar con todos sus datos a través de un portal”.
Un ejemplo en
España de estos servicios se puede ver en comunidades autónomas como
Madrid (
Sermas) o
Galicia (
Sergas), que cuentan con
portales web de su conserjería de sanidad que permiten a los usuarios
acceder a sus propios datos sanitarios.
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