Dos estudios apuntan a que el poder de transmisión de Ómicron no se deriva de la liberación de grandes cantidades de virus de personas infectadas, sino que se debe a su capacidad para
escapar la inmunidad del SARS-CoV-2 causada por la vacunación o una infección pasada. Así lo asegura Emily Bruce, viróloga de la Universidad de Vermont en Burlington.
Las investigaciones realizadas hasta el momento determinan los motivos por los que esta variante ha tenido mayor transmisibilidad a pesar de causar
niveles virales en el cuerpo similares o inferiores a la variante Delta.
Los estudios anteriores han insinuado que, en comparación con las infecciones anteriores en la pandemia, las infecciones de la variante Delta conducen a una
mayor "carga viral", la cantidad de virus en una persona afectada. Esta cantidad se mide a menudo mediante una prueba PCR, que proporciona un índice de la cantidad de ARN viral en el cuerpo.
¿Cómo se realizó el estudio?
Los investigadores estudiaron los resultados de las pruebas de
PCR de frotis de nariz y garganta recolectados de personas infectadas en jugadores y personal de los componentes del baloncesto profesional en América del Norte.
En ellos descubrieron que aquellos que estaban contagiados con la variante Delta tenían una
carga viral máxima ligeramente más alta que aquellos que habían sido infectados con Ómicron. Yonatan Grad, especialista en enfermedades infecciosas de la Escuela de Salud Pública TH Chan de Harvard en Boston, afirmó que "realmente
no esperaba ver eso".
Por su parte, Benjamin Meyer, virólogo de la Universidad de Ginebra en Suiza, declaró que "naturalmente, uno pensaría que una mayor transmisibilidad debe causar una mayor carga viral". Meyer y otros científicos dieron un paso más allá y midieron la cantidad de partículas de virus infecciosos en hisopos recolectados de un grupo separado de casi 150 personas infectadas, pero este método más estricto
no encontró diferencias significativas en las cargas virales de los individuos vacunados.
¿Cuál debe ser el aislamiento por Ómicron?
Los estudios también descubrieron que aproximadamente la mitad de las muestras aún contenían virus infecciosos
cinco días después de que las personas dieran positivo, es decir, tenían cargas virales lo suficientemente altas como para que probablemente
todavía fueran infecciosas.
Grad concluye que Ómicron ha hecho que las decisiones de salud pública sean aún más difíciles y que la
variabilidad en la carga viral en personas infectadas con Ómicron es mayor que en personas contagiadas con Delta.
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