Los meses de verano han traído consigo una caída asociada de la
economía vinculada al ámbito de la sanidad, la administración pública y la educación. Así lo reflejaba el
Producto Interior Bruto (PIB) de estos sectores, tras registrar una disminución del 0,6 por ciento en el tercer trimestre.
Se rompe así la senda de crecimientos que mantenía este indicador desde principios de año, con un aumento del
1,6 por ciento en el segundo trimestre y del 0,2 por ciento en los 3 primeros meses de 2021.
De hecho, el PIB sanitario no registraba valores negativos desde el primer trimestre de 2020. Según la evolución de datos reflejada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), en comparación con el trimestre anterior, la economía se ha resentido en los ámbitos sanitario y educativo y de administración pública hasta un 2,2 por ciento.
No obstante, en
términos interanuales, el valor añadido bruto de los servicios de estas tres áreas crece un 3 por ciento, 1,9 puntos menos que entre abril y junio pero sin abandonar la tendencia positiva y encadenando un año completo de aumentos.
El PIB sanitario registrado en el primer trimestre ya duplicaba al alcanzado a finales de 2020. La subida es aún mayor en el PIB a
precios corrientes, con un alza del 4,4 por ciento en la comparativa con 2020.
Aumento del precio en horas trabajadas en Sanidad
En cuanto al
empleo, el sector sanitario registra subidas en todos los indicadores. De acuerdo con el informe de Contabilidad Nacional Trimestral de España, aumenta un 2,6 por ciento en el tercer trimestre en términos interanuales. Un incremento similar al experimentado en la primera parte del año, pero considerablemente menor que en el segundo trimestre, cuando se alcanzó el 9,3 por ciento.
Atendiendo a los puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo, estos crecen un 6,1 por ciento entre julio y septiembre, frente al 9,9 por ciento y el 5,5 por ciento de los bloques anteriores. Las perspectivas son, sin embargo, mejores que en 2020, cuando se notificaron caídas de hasta el 3,9 por ciento.
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