El número anual de muertes registradas en España se ha reducido en un 12,68 por ciento en los últimos cuatro años, cuando estalló la pandemia de coronavirus. De acuerdo a los datos del
sistema de monitorización de la mortalidad diaria por todas las causas (MoMo), del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, 2023 se cerró con 434.886 defunciones frente a las 498.059 de 2020. El descenso en el número de fallecimientos ha sido, además, progresivo desde entonces: la cifra de 2023 es la menor de cada uno de los cuatro años comprendidos en este periodo.
Con respecto al 2022,
el año pasado murieron en España 31.715 personas menos. Ello supone un
descenso del 6,8 por ciento respecto a los 466.601 decesos contabilizados a lo largo de 2022. El dato de 2023 fue, además, un 4,1 por ciento inferior a los 453.481 fallecimientos estimados inicialmente por los expertos. Es también la primera vez que ello ocurre desde 2020: en los tres años anteriores, el número total de muertes superó la cifra prevista con anterioridad.
El primer balance semanal del año del sistema MoMo revela que, en los tres primeros días de enero,
han fallecido en España 3.854 personas, 58 de ellas por causas atribuibles a las temperaturas. Son 514 personas menos que las 4.386 estimadas de base.
Aumentan las muertes atribuibles a temperaturas
Como dato negativo en 2023, el número de muertes atribuibles a las temperaturas fue el mayor de los últimos cuatro años. A lo largo del año pasado,
fallecieron por esa causa 1.908 personas más que en 2022, hasta llegar a 7.784, frente a las 5.876 del año anterior, un 32,47 por ciento más. Con respecto a los otros años previos, los decesos de 2023 fueron 4.234 más que en 2021, cuando se contabilizaron 3.550 fallecimientos atribuibles a temperaturas, y 5.632 más que en 2020, cuando hubo 2.152 muertes por la misma circunstancia.
Cabe recordar que, coincidiendo con la
tercera ola de calor del verano pasado, entre finales de agosto y primeros de septiembre, se contabilizaron 864 decesos por altas temperaturas, casi los mismos que los 966 que se habían registrado entre las tres primeras semanas de agosto. El octavo mes del pasado año se cerró con
1.860 fallecimientos atribuibles a temperaturas, un 16,1 por ciento más que los 1.602 del mismo mes de 2022.
En lo que iba de año hasta entonces, el número acumulado de muertes por esa causa, 6.489, ya era un 13,07 por ciento mayor al del mismo periodo de 2022, y también había superado en un 16,6 por ciento la cifra total de los fallecimientos atribuibles a temperaturas en todo aquel año previo.
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