Una vez el
Ministerio de Hacienda ha dejado claro que los profesionales sanitarios
han de tributar por las transferencias de valor que reciben de la industria farmacéutica para su formación continuada, toca conocer las
consecuencias que tendrá la decisión de esta entidad fiscal si no se declara, al menos,
el 19 por ciento de su valor.
Para empezar,
los médicos que no declaren dichas transferencias de valor estarán defraudando a la hacienda pública. Así lo confirman desde
FVM Asesores, que, consultados por este medio, precisan que “si no se declaran todos los rendimientos obtenidos por los profesionales sanitarios, incluidos estos considerados como en especie y la Agencia Tributaria nos requiere,
nos sancionaría y será de aplicación el artículo 27 de la Ley General Tributaria 58/2003”.
Además, avisan de que hay límites. “Conviene recordar que
el salario en especie no puede superar el 30 por ciento de las percepciones salariales del trabajador”.
¿Cuánto hay que pagar?
Por otro lado queda la gran duda
de cuánto tendrán que pagar los profesionales sanitarios por las transferencias de valor que reciben de la industria. “Los tramos de IRPF servirán para hacernos una idea de cuánto habrá que pagar”, precisan desde la consultoría fiscal, indican que en cualquier caso siempre habrá que paga, como mínimo, un
19 por ciento de su valor.
Los siguientes tramos son un 24 por ciento a partir de los12.451 euros, un 30 por ciento a partir de los 20.201, un 37 por ciento a partir de los 35.201 y un 45 por ciento cuando la retribución en especie esté valorada en más de 60.001 euros.
Otra duda que pueden albergar los profesionales sanitarios es
cómo se tributan y demuestran estas cantidades (más allá de la valoración en euros que van a hacer las compañías farmacéuticas en sus páginas web, en las que se van a publicar las transferencias de valor de forma individualizada a partir de 2018). Según FCM Asesores, en caso de la Agencia Tributaria reclame justificación para estos ‘pagos en especies’ de la industria se
habrán de pedir justificantes a las compañías pagadoras.
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