El 'imposible' del registro de sanitarios: "Algunas CCAA ni tienen datos"

El Registro Estatal de Profesionales Sanitarios (RESP) sigue incompleto e impide conocer las "necesidades reales" del Sistema Nacional de Salud (SNS). Es la opinión de numerosos expertos que solicitan estos datos para planificar la distribución de recursos sanitarios teniendo en cuenta las especialidades de los médicos actuales. De hecho, conocer las cifras ayudaría también a replantearse el reparto de las plazas MIR ofertadas teniendo en cuenta las ramas que tendrán más o menos demanda.

"Hace tiempo que se trabaja en el registro pero no termina de concretarse. Es muy importante que se tenga para planificar con los recursos que tenemos. Además, hay muchas especialidades y colegios profesionales y cada uno funciona de forma diferente", explica Patricia Barber, investigadora del Grupo 'Economía de la Salud y Políticas Públicas' de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y miembro de la Asociación de Economía de la Salud (AES), en declaraciones a Redacción Médica.

Actualmente, este repositorio tiene la mitad de la plantilla de sanitarios sin identificar. Hay recogidos cerca de 400.000 profesionales de los 730.000 empleados que integran el SNS y se pueden consultar nombre y apellidos de los profesionales sanitarios, sus titulaciones oficiales, el centro o centros en los que trabajan, ya sean públicos o privados, así como su categoría y la función principal en cada uno de ellos. Sin embargo, su utilidad es limitada mientras no aparezca el otro 50 por ciento que falta.

En este sentido, María José Campillo, responsable de Finanzas de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM), afirma que es "un misterio de difícil solución" conocer el número de profesionales que tenemos en España por cada especialidad. "La mayor parte de comunidades no vuelcan los datos, quizás porque ni ellas mismas los tengan. Si contáramos con ellos, nos permitiría saber de dónde partimos para conocer las necesidades reales por especialidades, ahora mismo no somos capaces puesto que no tenemos definido un punto de partida", indica Campillo.

Problemas con el reparto de los fondos europeos

Por su parte, el Ministerio de Sanidad, a través de la Dirección General de Ordenación Profesional, ha reiterado la necesidad de que las comunidades autónomas vuelquen esta información y se plantea fijar una fecha tope para ello. De hecho, en el reparto de los fondos europeos en el Consejo Interterritorial de hace unas semanas hubo un conflicto con este tema ya que fueron repartidos en base a la población de cada CCAA y no al número de profesionales, lo que suscitó el desacuerdo de varios territorios que quieren atender a las cifras de sanitarios. Del total de 10 millones que se han distribuido entre 2021, 2022 y 2023, en el caso del presente año, hay tres millones y medio de euros disponibles. Uno de estos será repartido de manera lineal entre los territorios, y dos y medio en base a la población.

Ordenación Profesional defendió esta actuación debido a la situación de falta de datos. "Hasta que no se cuente con un registro actualizado, hay que seguir utilizando el criterio poblacional", aseguraron desde el órgano directivo.

¿Es tan difícil saber los médicos del SNS?

Contar con este registro a priori parece fácil, pero en la práctica no lo es. Tal y como apunta Campillo, "se debe emplear tiempo, recursos materiales y recursos humanos para hacerlo por primera vez". No obstante, una vez que se tenga solo se deberá actualizar con las incorporaciones anuales, las bajas por fallecimiento y las jubilaciones.

"Hace años nos pidieron a los profesionales que entregáramos las titulaciones de médico y especialista para poder hacer un registro, pero seguimos teniendo comunidades que no vuelcan datos porque ni siquiera han hecho su propio repositorio", sostienen desde CESM.

Para que finalmente salga adelante este proyecto, Campillo considera que es el Ministerio el que debe hacerse cargo del coste que conlleva, sobre todo, después de "la voluntad" que muestran: "A veces se aprueban cosas a nivel nacional, pero si no se ponen fondos a nivel local, la comunidad opone resistencia o tiene dificultades dependiendo del déficit de presupuesto que tenga, es difícil que salgan y este es el caso".

Reordenación de las plazas MIR

Por otro lado, otra de las razones por las que este registro es tan demandado es la reordenación de las plazas MIR. Ambas expertas coinciden en que es "fundamental" y que sin él no se podrá atajar el "déficit futuro de profesionales".

"Hay especialidades que ya sabemos por las proyecciones que pueden presentar superávit a futuro y otras tendrán déficit porque no se hace un estudio real de necesidades, sino que suelen mantener cifras parecidas de plazas de un año a otro", argumenta Campillo. "El hecho de que no exista un registro lo que hace es ahondar en los errores. Si no sabemos de dónde partimos será difícil que las plazas MIR respondan a las necesidades reales que tenemos de especialistas para atender a la población como debemos", añade.

Por su parte, Barber pone el foco también en que gracias al conocimiento de la división por especialidades se podría trabajar en incentivos para hacer atractivas las plazas menos demandadas. Estas recompensas podrían ser tanto a corto como a largo plazo, según señaló ella misma en el informe 'Oferta-Necesidad de Especialistas Médicos 2021-2035' del que es coautora.

Concretamente, para cubrir las plazas que no se consiguen ocupar en Familia aconsejan un plan de incentivos basado en compensaciones salariales, retribuciones no dinerarias (seguro de salud o vacaciones), estatus, autonomía, condiciones laborales u oportunidades de desarrollo, entre otros aspectos.