El
Gobierno descarta subir al IVA (Impuesto sobre el Valor Añadido)
al 23 por cierto en determinadas actividades, entre ellas,
las relacionadas con el sector sanitario, tal y como ha confirmado el
Ministerio de Hacienda a
Redacción Médica. La respuesta llegaba después de que la escuela de negocios EAE Business School advirtiera en su último informe que
el déficit público corre “serio peligro” de no cumplir el objetivo del 1,8 por ciento del PIB este año y
considerase “más que probable” que el Ejecutivo elevase el 23 por ciento el IVA para cumplir con él.
“El artículo hace referencia a la opinión personal de un experto. Pero
la subida del IVA al 23 por ciento no figura ni en el acuerdo de investidura, ni forma parte de ninguna propuesta o medida del Gobierno”, ha explicado el departamento que dirige
María Jesús Montero a este medio.
Una medida que entró en vigor en 2015
Hay que recordar que
la subida del IVA sanitario entró en vigor hace más de cinco años, en concreto,
el 1 de enero de 2015. Este incremento tributario, incluido en la reforma fiscal aprobada por el Gobierno de
Mariano Rajoy, se aplicó a buena parte de los productos sanitarios (a excepción de algunos como las gafas graduadas, las próstesis o las sillas de ruedas, entre otros) que
pasaban de tributar al 10 por ciento al 21. En ese nuevo escenario, el Ministerio de Hacienda que dirigía
Cristóbal Montoro calculó que se recaudaría más de
400 millones de euros.
Una medida que no tuvo el respaldo del sector sanitario privado. Tanto la
Alianza de la Sanidad Privada Española (ASPE) como el
Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (IDIS) han reiterado en innumerables ocasiones
su rechazo, ya que consideran que este aumento impositivo implicará
un incremento de costes para el sector sanitario privado de 82.809.206 euros (un 2,6 por ciento de sus compras habituales), lo que supone a su vez un 0,8 por ciento de sus ingresos.
Un ‘mantra’ que han repetido a lo largo de los años y con los sucesivos gobiernos. “
No se entiende la ausencia de un IVA superrreducido o reducido para los productos sanitarios, que son de primera necesidad, mientras que la reducción sí se produce en productos de higiene femenina, libros o cedés”, señaló en su día ASPE tras conocerse que
el Gobierno de Pedro Sánchez no iba a aplicar el IVA superreducido a los productos sanitarios pero sí a los productos de higiene femenina.
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