En 2019, el Gobierno de España emprendió una promesa para proteger la salud de los ciudadanos:
empezó a elaborar un informe de revisión de evidencia científica de la homeopatía. En ese año, primera legislatura de
Pedro Sánchez, los ministerios de Sanidad y Ciencia que dirigían
María Luisa Carcedo y Pedro Duque respectivamente, lanzaron el plan
ConPrueba para analizar si una notable lista de pseudoterapias tenían impacto en la salud.
Una de estas técnicas era la homeopatía.
Cinco años después y con
varios informes publicados dentro de
este plan sobre otras pseudociencias como la aromaterapia, la terapia floral, la reflexología podal, la terapia con ventosas, la magnetoterapia o la luminoterapia, entre otras muchas, nada más se ha sabido del citado análisis de eficacia de la homeopatía. Y es que según ha podido saber
Redacción Médica,
“dicho informe no fue finalizado para el tiempo en que empezó la pandemia y se abandonó la idea para centrarse en otras necesidades”. Algo lógico si se tiene en cuenta el complicado contexto sanitario que aconteció, sobre todo entre los años 2020 y 2021. Sin embargo, trascurrido ese tiempo y con la emergencia sanitaria por el Covid-19 controlada, tampoco se han retomado los trabajos. De hecho, fueron abandonados hace tiempo:
“No se consideró necesario hacer una revisión de la homeopatía porque la composición de estos productos
hace imposible que tengan una acción farmacológica propia”, justifican desde la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps).
Es decir,
el Gobierno ha dado por sentado que la homeopatía no es capaz de tratar patología alguna, pero tampoco ha optado por elaborar un informe científico público que lo argumente y sea visible para la sociedad, como sí ha hecho con otras pseudociencias.
"Su grado de dilución garantiza la inocuidad"
La Aemps matiza que los productos homeopáticos “están definidos en la Directiva 2001/83/CE del Parlamento Europeo y del Consejo de 6 de noviembre de 2001 por la que se establece un código comunitario sobre medicamentos para uso humano define lo que es un medicamento homeopático y en su artículo 14 detalla los requisitos debe cumplir para su autorización
permitiendo la autorización mediante un registro simplificado especial por lo cual los medicamentos homeopáticos solo requieren demostrar la seguridad, calidad y correcta identificación”. Un argumento similar al que el Gobierno explicó a
Redacción Médica para justificar
por qué varios años después de la puesta en marcha del citado Plan ConPrueba y de señalar a la homeopatía como una de las técnicas a investigar, nada se ha puesto en marcha en este sentido.
“Su grado de dilución garantiza la inocuidad del medicamento”, aclaran desde la Aemps. “En particular, el preparado no puede contener más de 1/ 10 000 de tintura madre ni más de 1/100 de la dosis más baja de aquellas sustancias activas en un medicamento convencional que obligue a que este fármaco requiera receta médica”, comentan desde la Agencia. La cual concluye señalando que “en los casos en los que se cumplan estos tres requisitos,
la demostración del efecto terapéutico no será necesario puesto que iría sin indicación terapéutica”.
Un compendio de decisiones por las que los ciudadanos que viven en España gozan de
la certeza de consumir un producto seguro pero carecen de una información relevante: que la homeopatía es
incapaz de tratar patología alguna, aunque miles de personas la consuman a diario con el fin de curarse.
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