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El flujo migratorio aboca a Primaria a "adaptarse" para blindar su equidad

Fedea subraya no obstante que el impacto de los extranjeros en la sanidad "es menos que proporcional" al de los nativos

Raquel Carrasco, investigadora de Fedea.

09 oct 2024. 10.40H
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Dado que suelen ser más jóvenes y, por tanto, requieren “menos necesidades de atención médica intensiva”, el impacto de los inmigrantes sobre la sanidad española es actualmente limitado. Sin embargo, investigadores de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) apuntan que la “concentración geográfica” de extranjeros ha generado “problemas de congestión” en determinadas áreas, sobre todo en la Atención Primaria. A medida que evolucione este fenómeno, añaden, “será crucial adaptar el sistema para asegurar el acceso equitativo y la sostenibilidad de los servicios de salud en todo el territorio”.

Estas son algunas de las reflexiones del último informe sobre el fenómeno de la inmigración en España de Fedea, suscrito por Raquel Carrasco, que sentencia que a grandes rasgos el uso de los servicios del Sistema Nacional de Salud (SNS) por parte de esta población “es similar a la de los nativos en los mismos grupos de edad”. En este sentido, desliza que no existen “diferencias estadísticamente significativas” en los patrones de visitas a médicos de Familia ni en las estancias hospitalarias.

Por el contrario, sostiene que los inmigrantes “tienen un menor acceso a los especialistas y tienden a visitar los servicios de urgencias con mayor frecuencia que los ciudadanos nacionales". Un patrón que podría estar vinculado a “barreras culturales y administrativas que dificultan” que estas personas reciban atención especializada, que es la que más complejidad y coste supone del SNS.

Por otro lado, Fedea incide en que a pesar de que la población inmigrante suele ser más joven y, en consecuencia, tiene menores necesidades de atención médica intensiva, “el impacto sobre el sistema sanitario es menos que proporcional a su representación en la población total”.

“Es decir, dado que los inmigrantes presentan un menor nivel de envejecimiento que los nativos, la demanda de recursos sanitarios de alta complejidad es relativamente baja -explica- Esto coincide con otros estudios que muestran que los inmigrantes suelen requerir menos servicios de salud relacionados con enfermedades crónicas y tratamientos prolongados, comparado con los nativos”.

“Congestión” por la inmigración en Atención Primaria


No obstante, la investigadora de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada enfatiza la “evidencia de que la concentración geográfica de la inmigración” ha generado “problemas de congestión a corto plazo en determinadas áreas, “particularmente en los servicios de Atención Primaria de las comunidades autónomas con una mayor densidad” de extranjeros.

“La distribución desigual de la población inmigrante en el territorio, junto con una infraestructura sanitaria limitada en algunas regiones, ha exacerbado la presión sobre estos servicios -destaca-. Este fenómeno es especialmente pronunciado en comunidades como Cataluña, Madrid y la Comunidad Valenciana, donde los recursos sanitarios han experimentado una mayor presión debido al rápido incremento de la población inmigrante en las últimas décadas”.

En resumen, concluye, la evidencia sugiere que a nivel general la inmigración “no ha provocado un aumento significativo de la demanda de los servicios sanitarios en España en relación con el tamaño de la población inmigrante”. Sin embargo, las áreas con una alta concentración de extranjeros “han sufrido algunas tensiones en la Atención Primaria, lo que subraya la importancia de planificar una distribución equitativa de recursos sanitarios”.

“A medida que evoluciona la composición demográfica, será crucial adaptar el sistema para asegurar el acceso equitativo y la sostenibilidad de los servicios de salud en todo el territorio”, sentencia.

La inmigración "no genera un incremento del gasto sanitario"


Hace unos meses, este mismo debate coleaba por el Congreso de los Diputados a instancias de Sumar, que llevó a la Cámara una proposición no de ley en la que ya subraya que la inmigración “no genera un incremento del gasto sanitario” y mediante la que abogaba por ampliar la cobertura a inmigrantes en situación irregular.

Un posicionamiento que defienden también organizaciones como al Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (Semfyc): “Contrariamente a lo que suele decirse, la atención sanitaria a inmigrantes está menos saturada. Vienen menos a la consulta porque son más jóvenes y están, por tanto, más sanos”, concluye el médico de Familia Luis Gimeno, miembro de esta asociación.
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