El efecto de la
estacionalidad en el empleo sanitario ha quedado, una vez más, patente durante el mes de agosto. Especialmente evidente ha resultado este aspecto en el campo de la
Enfermería y la Medicina, tal y como muestran los datos correspondientes al mes de agosto, ofrecidos por el
Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE). En ellos se puede apreciar que el registro de nuevos contratos se ha reducido un 60 y un 50 por ciento, respectivamente.
Durante los 31 días de agosto, el número de contratos a personas con
titulación enfermera asciende a 963 contratos, repartidos entre diplomados (526) y graduados (437). Este dato supone un 60 por ciento menos de contratos que el mes anterior, tocando fondo en la serie anual.
En datos globales de paro, los graduados en Enfermería corren mejor suerte que los diplomados. De los primeros, solo hay 539 parados, mientras que el número de diplomados en
Enfermería en paro escala hasta los 2.401.
Menos flagrante para los médicos
Similar, aunque menos flagrante, resulta el caso de
Medicina, debido a que los titulados necesitan de la especialidad MIR para poder ejercer. Durante el mes de agosto se han registrado un total de 69 y 147 contratos, entre graduados y titulados de Medicina, respectivamente. Ambas suponen una reducción en el registro de nuevos contratos del 47 por ciento con respecto al mes anterior.
Precisamente, según los datos del
SEPE solo habría un total de 136 graduados en Medicina apuntados a las listas del paro, frente a los 988 licenciados en la carrera médica.
Revés para Farmacia
En el caso de los farmacéuticos, la tendencia es similar. El número de contratos se ha reducido drásticamente en comparación al mes de julio, siendo los licenciados en Farmacia los que más contratos han sumado (217), frente a los 113 registrados por los
graduados.
Además, el número de parados ha aumentado casi un 20 por ciento en dicha titulación
durante el mes de agosto.
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