Google, el buscador más famoso de internet, tiene acceso a un millón y medio de historiales de pacientes gracias al servicio sanitario de salud británico, el National Health Service (NHS). De hecho, ha sido el propio Gobierno quien le ha entregado estos datos con la intención de desarrollar una aplicación informática y detectar enfermedades de forma temprana. Una decisión que ha creado polémica en Reino Unido, a pesar de que se ha asegurado que los datos están encriptados y no se puede acceder a ellos.
Sin embargo, Google tiene acceso a historiales clínicos en los que figuran abortos, sobredosis, adicciones, trasplantes o incluso el sida, con el objetivo de, según el NHS, es controlar sus analíticas para evitar muertes por fallos del riñón, que provocan 15.000 defunciones al año que se podrían evitar.
El acuerdo se hizo público afirmando en un principio que DeepMind, la Inteligencia Artificial del buscador, tendría acceso a algunos datos. Pero una filtración ha revelado la verdadera dimensión del convenio, que afecta sobre todo a los centros de Barnes, Chase Farm y Royal Free.
La mayor filtración voluntaria de la historia
Aunque las cláusulas de confidencialidad son estrictas e impiden el uso de los datos fuera del ámbito sanitario, permite el desarrollo de otros servicios no relacionados con enfermedades hepáticas y su duración es de al menos cuatro años.
La filtración ha sido publicada por la revista New Scientist, donde se afirma que Google tiene acceso al historial médico completo al no haber apartados específicos para síntomas y enfermedades hepáticas. Aún con todo, el NHS asegura que cualquier paciente puede salir del programa si así lo solicita, y que se trata de un procedimiento estándar similar al que se sigue con otras 1.500 organizaciones.
Hay quien ve el asunto como una violación del derecho a la intimidad del paciente. También hay quien opina que se trata de la medicina de la nueva era. La realidad es que se trata de la mayor filtración de historiales clínicos facilitada por un Gobierno que se haya hecho pública.
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