El cupo catalán despierta la financiación propia de la sanidad en más CCAA

Chunta Aragonesista y el Bloque Nacionalista Galego, dos de los socios habituales del Gobierno de Pedro Sánchez entre la izquierda regionalista, consideran que es necesario un cambio en el modelo de financiación autonómico que mejore la gestión de la sanidad de ambas comunidades. Por ello, aseguran que el pacto fiscal de ERC y PSC en Cataluña podría ser un primer paso para que se reconsidere un nuevo sistema de gestión económica que se extienda a otras partes de España.

Según ha asegurado Isabel Lasobras, portavoz de la Chunta en la Comisión de Sanidad de las Cortes de Aragón, a Redacción Médica, “el cambio de la financiación autonómica es un tema crucial para disponer de recursos económicos suficientes” para gestionar y desarrollar política en Aragón. Además, ha indicado que el actual modelo es una “fuente de desequilibrios” y muestra una falta de equidad en la distribución de los recursos.

Financiación “justa” para Aragón

El partido regionalista insiste en que hay que tener en cuenta que Aragón se enfrenta a desafíos específicos que no son "adecuadamente reflejados” en el sistema económico vigente. Además, para la Chunta, hay que destacar que “la sanidad pública aragonesa depende en gran medida de los fondos que recibe el Estado”, por lo que es muy importante conseguir "una buena gestión de los recursos".

En dicha comunidad autónoma, la dispersión geográfica "puede dificultar el acceso a servicios médicos especializados y urgentes, algo que un sistema de financiación más justo podría mitigar”, ha afirmado Lasobras. De hecho, ha puntualizado que un incremento en los fondos permitiría mejorar la red de centros de salud, hospitales y servicios de urgencias, ya que “se reducirían las disparidades entre áreas urbanas y rurales, mejorando la Atención Primaria”.

"Un sistema de financiación justo mitigaría la dificultad de acceso a los servicios médicos"

Por todo ello, desde la Chunta proponen que exista un nuevo modelo de financiación autonómica que se base en criterios como la densidad de población, considerando la dispersión demográfica y los costos adiciones y brindando servicios en territorios extensos y poco poblados, en el envejecimiento, y en reconocer los costes fijos de Aragón “para mantener una infraestructura sanitaria básica".

Para conseguirlo, Lasobras ha indicado que “se deberían crear fondos específicos para la modernización de infraestructuras sanitarias y el desarrollo de programas innovadores que mejoren la atención en áreas rurales". También ha apuntado que la reforma del modelo “debe ser participativa y transparente para que las necesidades de Aragón sean escuchadas”.

Un modelo que se ajuste a las necesidades de Galicia

Montserrat Prado, portavoz sanitaria del BNG en el Parlamento de Galicia, ha asegurado a Redacción Médica que “el actual sistema de financiación es centralista”, ya que, según apunta, está férreamente controlado por el Gobierno español. Para el partido regionalista, Galicia sale muy perjudica con el modelo actual: “Nuestra comunidad está permanentemente infrafinanciada”.

Tal y como apuntaba Lasobras, Prado afirma que no se tienen en cuenta las especificidades gallegas como la población envejecida o la dispersión geográfica, “que hacen más costosa la prestación sanitaria”. Por ello, el BNG reclama un modelo de financiación propio en el que Galicia tenga capacidad para implantar una política fiscal, desde la regulación hasta la recaudación y gestión entregada a través de una Hacienda Galega, con la que hacer uso pleno de los recursos económicos para financiar los servicios públicos y poder aplicar políticas propias de redistribución social.

Preacuerdo fiscal entre ERC y PSC

Este llamamiento entre la izquierda regionalista llega en un momento marcado por el preacuerdo entre ERC y PSC, que ya tiene el visto bueno de las bases del partido independentista, para establecer un nuevo modelo de financiación singular, ya que "Cataluña sufre una infrafinanciación sostenida en el tiempo que supera con exceso el que correspondería a un modelo de solidaridad entre territorios".

El documento sostiene que los diversos modelos de financiación autonómica han comportado graves deficiencias para Cataluña, que se traducen en "una insuficiencia financiera crónica que limita enormemente el gasto en políticas públicas como la salud, los servicios sociales, la vivienda o las infraestructuras".

En materia de sanidad, con dicho pacto, ambos partidos pretenden mantener y consolidar las mejoras laborales de los sanitarios, culminar la armonización de las condiciones laborales y mantener las inversiones hospitalarias y cumplir el calendario previsto.