Investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) han obtenido
anticuerpos neutralizantes eficaces frente a las
variantes más virulentas del SARS-CoV-2 y que pueden utilizarse como
terapia en pacientes de Covid-19. Los investigadores, que han publicado el estudio en
Frontiers in Immunology, han producido los anticuerpos mediante cultivos celulares en el laboratorio y afirman que
la producción ya puede escalarse para su aplicación clínica. Además, estos anticuerpos tienen un
gran potencial para la detección del virus, por lo que pueden ser de gran utilidad para diferentes formatos de test antigénicos del SARS-CoV-2. El CSIC ha patentado esta tecnología y
busca empresas interesadas en llevar estos anticuerpos al mercado.
Los investigadores del Centro Nacional de Biotecnología (CNB-CSIC) dirigidos por
Luis Ángel Fernández y José María Casasnovas seleccionaron los
nanoanticuerpos que mejor se unían a la región de la proteína viral S (spike) del SARS-CoV-2 y que bloqueaban la entrada del virus en la célula. Los ensayos in vitro en células infectadas con SARS-CoV-2 identificaron aquellos con una mayor actividad neutralizante del virus en la plataforma de antivirales del instituto del CSIC, dirigida por los investigadores Urtzi Garaigorta y Pablo Gastaminza.
Los ensayos in vivo se realizaron en el Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA-CSIC) por Miguel Ángel Martín Acebes y Juan Carlos Saiz. Los investigadores demostraron el potencial terapéutico de cuatro de estos anticuerpos. La administración de una única dosis de estos
anticuerpos protegió de la muerte causada por el Covid-19 entre el 85 y 100 por ciento de los animales infectados, que se recuperaron completamente en dos semanas.
Mediante ingeniería de proteínas se han
humanizado las regiones VHH de estos anticuerpos, lo que permitirá su aplicación directa en ensayos clínicos. Estos anticuerpos podrían administrarse a pacientes infectados con SARS-CoV-2 que tuvieran riesgo de evolución a enfermedad severa (por ejemplo,
pacientes inmunodeprimidos, que no hayan generado inmunidad tras vacunación, o no vacunados) y así
paliar las consecuencias más graves del Covid-19, incluida la muerte.
Los dromedarios, claves en el estudio de anticuerpos anticovid
Los grupos de investigación del CNB-CSIC han desarrollado estos anticuerpos partiendo de
segmentos generados por inmunización de dromedarios en colaboración con Juan Alberto Corbera, de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Posteriormente, fueron clonados en bacterias E. coli en el CNB-CSIC. “Los camélidos (dromedarios, llamas, alpacas, etc.) producen un
tipo de anticuerpos capaces de reconocer al antígeno con una sola cadena de proteína, en lugar de dos como en el resto de especies animales. Así, la zona de reconocimiento del antígeno en estos anticuerpos es de
menor tamaño, y pueden alcanzar regiones en la superficie de virus y bacterias inaccesibles, de otro modo”, explica Luis Ángel Fernández, que dirige el grupo de ingeniería bacteriana del CNB.
“En el laboratorio aislamos la zona de unión de estos anticuerpos, fragmentos de pequeño tamaño conocidos como nanoanticuerpos con gran capacidad de bloquear a virus y bacterias. Al tener secuencias muy similares a las de los anticuerpos humanos,
pueden utilizarse directamente en terapia sin generar rechazo”, señala Fernández. Además, tienen algunas propiedades muy útiles, como su mayor estabilidad y resistencia a condiciones extremas.
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