Redacción. Madrid
Un consorcio del que forma parte el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) está llevando a cabo Hearten, una iniciativa financiada por la Comisión Europea (CE) con la que se quieren crear aplicaciones móviles (‘apps’) de salud con las que se facilite a los pacientes con insuficiencia cardiaca y a sus profesionales sanitarios el cumplimiento de los tratamientos médicos.
Joan Bausells, investigador del CSIC.
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Esta enfermedad afecta a un 16 por ciento de los mayores de 65 años, unos 26 millones de personas en todo el mundo. En muchos casos, la calidad de vida de los enfermos crónicos depende del cumplimiento de los tratamientos prescritos. Este proyecto tiene como objetivo ayudar a que se cumplan y mejorar la calidad de vida de las personas que sufren insuficiencia cardiaca a través de estas aplicaciones, que les facilitarán datos, en tiempo real y a través de su móvil, del estado de sus constantes vitales. Los sanitarios y cuidadores también harán un seguimiento de la enfermedad mediante estas aplicaciones, permitiéndoles emitir avisos o coordinar terapias, entre otras opciones.
Para recabar esos datos, Hearten prevé el desarrollo de biosensores que midan las constantes vitales y que reflejen la información obtenida en el dispositivo móvil. “Nuestro instituto tiene como misión desarrollar un biosensor para la medición del aliento, que estará integrado en el teléfono, y otro para la saliva, que se prevé incluir en una taza. Para detectar moléculas biomarcadoras, los microchips de silicio que fabriquemos serán modificados por uno de nuestros socios en este consorcio”, explica Joan Bausells, investigador del CSIC en el Instituto de Microelectrónica de Barcelona. Además también se prevé contar con sensores que controlen el ritmo cardiaco, la presión arterial y la actividad física del paciente.
Todos los datos recopilados se combinarán con la información nutricional y el seguimiento del peso, que incorporarán cuidadores y profesionales de la salud. Después se transmitirán y almacenarán en la nube de Hearten, donde un sistema de gestión los analizará y generará en el móvil del paciente alertas, guías, tendencias y modelos predictivos.
El proyecto, que se puso en marcha en enero de este año y se engloba en Horizonte 2020, cuenta con una financiación de 4,5 millones de euros y está previsto que tenga una duración de tres años. Los otros socios españoles que forman parte de este consorcio compuesto por doce miembros de seis países europeos son el Servicio Andaluz de Salud y la consultora Everis.