Javier Barbado. Madrid
El cirujano registrará en el futuro cada uno de los pasos que sigue durante una intervención en el quirófano como si grabara la imagen exacta que ve con sus propios ojos gracias a las Google Glass. La idea ha sido reconocida como válida por los especialistas que las prueban en este momento en España de forma experimental por medio de un acuerdo con la famosa compañía, a la que se hacen llegar las sugerencias y resultados a través de una central creada al efecto.
Así lo ha confirmado a Redacción Médica el jefe del Servicio de Urología del Hospital General de Alicante, Juan José Lobato, quien lidera uno de los equipos médicos que ha recibido las gafas. Cien especialistas de toda España disponen de alrededor de un mes para delimitar su utilidad en el campo de la cirugía; “por lo general, los médicos a los que Google se las entrega tienen quince días para el experimento, pero en la época de vacaciones nos conceden más”, ha matizado.
En todo caso, su posible aplicación como prueba pericial en el juzgado dista de ser una mera ocurrencia o propuesta improvisada sin visos de prosperidad. De acuerdo con el socio director de la Oficina Jurídica Sociosanitaria (OJS), Enzo Lazzerini, existen precedentes en la jurisprudencia española que apuntan a la validez de las grabaciones en un quirófano como prueba ante el juez, y, asimismo, no se produce a priori colisión del derecho a la intimidad del paciente siempre y cuando éste dé su consentimiento expreso para el registro audiovisual de la operación.
“Teniendo en cuenta la doctrina del Tribunal Supremo y del Tribunal Constitucional, podría considerarse válida como prueba, en un juicio, la grabación obtenida durante una operación quirúrgica con la herramienta Google Glass siempre y cuando el paciente haya presentado su consentimiento para ser filmado e intentando poner los medios pertinentes para que la prueba no pueda manipularse y todo el personal presente en la grabación quede perfectamente identificado, pero tratando de preservar al máximo tanto su intimidad como la del paciente, utilizando para ello las herramientas que hoy en día se ponen a nuestro alcance”, ha precisado.
Esto es, con la salvaguarda mediante recursos técnicos de la identidad de los presentes y el consentimiento del enfermo, las Google Glass servirán como registro minucioso de todo el proceso operatorio.
“Es verdad que grabamos en el momento lo mismo que vemos con nuestros propios ojos, los del cirujano, y esa información se transmite a un ordenador, tableta o dispositivo de cualquier tipo, lo que abre posibilidades de docencia en directo pero también de registro con utilidad judicial”, ha reconocido Lobato.
Se conectan por 'bluetooth' o 'wi-fi' a otros dispositivos
Desde el pasado 2 de julio, urólogos del Servicio que dirige recopilan datos procedentes del uso directo de las gafas, que apenas pesan unos gramos y se pueden superponer a otras que deba llevar el médico (por ejemplo debido a su miopía). Las Google Glass ofrecen imágenes ante la vista del cirujano con toda clase de datos sobre la historia clínica del paciente, que además son intercambiables por medio de
bluetooth o
wi-fi con cualquier dispositivo preparado, por ejemplo un teléfono móvil.
De ese modo, deja de ser necesaria una pantalla accesoria en el quirófano, y, además, como el programa responde a las órdenes de voz del sanitario, se maximiza la asepsia de la intervención al no tener que tocarse ninguna superficie para su uso.
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