Las
olas de calor y las
altas temperaturas extraordinarias que en muchos de los puntos del país se están registrando este verano afectan de manera directa no solo a la sociedad en general, sino que también a los
profesionales de la sanidad. Es más, quienes más pueden sufrir este tipo de eventos meteorológicos veraniegos, con temperaturas que rozan o sobrepasan los 40 grados, son, en el sector salud, todos aquellos
médicos y enfermeras que trabajan en la calle atendiendo emergencias. Es por ello que la vestimenta de todos ellos recibe cierta relevancia, pues acudir a atender una emergencia en ambulancia con ropa laboral larga y botas, no favorece al ‘frescor’ del sanitario.
Pilar Niño, médica del Servicio de Prevención de Riesgos Laborales de la Universidad de Oviedo, señala a
Redacción Médica que cambiar la vestimenta del profesional no es una tarea sencilla, puesto que obedece a ciertos
parámetros de seguridad. No obstante, indica que el sanitario alcanza el “confort térmico” solo si hay un
equilibrio entre el calor y las distintas formas de disipación, y esto para cada persona puede ser distinto. “Para la ropa de trabajo de los sanitarios lo ideal sería utilizar
materiales con aislamiento de celulosa, cáñamo, lana de oveja... y que la ropa estuviera realizada 100 por cien con
algodón”, añade.
Es por ello que Niño recalca que habría que acogerse a unos parámetros con unos
valores mínimos de temperatura, de velocidad del aire y humedad. Esto aumenta la complejidad de buscar el
confort térmico para cada persona, porque puede variar en función de la actividad, edad, características de la ropa que utilicen y los factores fisiológicos de cada uno. “Hay que realizar un balance adecuado entre todos estos factores para intervenir adecuadamente. Sería la forma de actuar para favorecer a la mayoría de los trabajadores”, recalcan desde el
Servicio de Prevención de Riesgos Laborales.
Y es que la ‘clave’ de todo esto estaría, tal y como incide Niño, en utilizar
ropa 100 por cien de algodón acompañada de una buena hidratación. Si bien cambiar la vestimenta parece “complicado”, hay otra variable que también puede ayudar a que los profesionales sanitarios logren su bienestar térmico. Se trata, concretamente, del
estado de las ambulancias. “Debe hacerse un mantenimiento adecuado y periódico de los
sistemas de climatización y ventilación de las ambulancias”, subrayan en Riesgos Laborales. Por lo que urgen a la implicación de “todos los posibles factores intervinientes en concienciar de trabajar con necesidad de un confort térmico adecuado para que el personal sanitario esté en las mejores condiciones físicas y psicológicas para actuar sanitariamente”.
La seguridad del profesional, fundamental
Sin embargo, desde el sector apuntan a que este ‘cambio’ de vestimenta debería realizarse salvaguardando todos los parámetros de
seguridad laboral: “Todas las prendas y EPIs deben estar certificados para ofrecer garantías de protección a los trabajadores”. El problema, apuntan, está en la
uniformidad. “La ropa no es un EPI en sí. Es un uniforme, responde a unos colores identificativos de una empresa a la que se le añade unos
elementos de alta visibilidad como colores llamativos o elementos reflectantes. El tema de los colores puede solucionarse hoy en día con cualquier tipo de tejido sin que se vea afectada la asistencia, pero el problema creo que radicaría en los
elementos reflectantes”, señalan en el Servicio de Prevención de Riesgos Laborales.
No obstante, afirman que hoy por hoy existen modelos “muy eficaces” que no implican un
extra del calor. Por lo tanto, hay soluciones para todos aquellos profesionales sanitarios que se vean sofocados por las altas temperaturas que se están registrando en España. Con un buen acondicionamiento de la vestimenta, siempre y cuando se respeten los parámetros de seguridad laboral, el trabajador podrá atender las
urgencias en plena calle sin pasar tanto calor.
Aunque pueda contener afirmaciones, datos o apuntes procedentes de instituciones o profesionales sanitarios, la información contenida en Redacción Médica está editada y elaborada por periodistas. Recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.