Los gobiernos estadounidense y cubano dan un paso más en su acercamiento tras décadas de bloqueo a la isla. Los responsables de Sanidad de los ejecutivos de ambos países han firmado este lunes un memorando de entendimiento que establece la coordinación en un amplio abanico de temas de salud pública, algo que abarca tanto la seguridad sanitaria global como la investigación y desarrollo y la información tecnológica, pasando por las enfermedades infecciosas y también aquellas que no lo son.
Así lo ha anunciado Sylvia M. Burwell, responsable del Departamento de Salud y Recursos Humanos de Estados Unidos, haciendo público su acuerdo con Roberto Morales, ministro de Salud Pública cubano. Según las palabras de la estadounidense, el Gobierno cubano "ha hecho contribuciones significativas en salud y ciencia, como evidencia su aportación a la respuesta ante el ébola en África, y convirtiéndose en el primer país en eliminar la transmisión del virus del SIDA de madre a hijo". La colaboración que acaban de firmar es una "oportunidad histórica para construir conocimiento y experiencia entre ambos, y una beneficiosa investigación biomédica y en la salud pública en general", según ha afirmado Burwell.
Especial interés merecen para ambos países las enfermedades infecciosas emergentes, como el dengue y el chikungunya, por lo que una de las prioridades de su acuerdo será la detección y la respuesta a las mismas.
El propio ministro cubano de Salud Pública presidirá una delegación que visitará Washington hasta este 15 de junio, previa invitación por parte del Departamento de Salud de Estados Unidos.
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