Nuria Martín. Madrid
Un total de 18 historias de superación contadas desde los dos puntos de vista: el paciente y su médico. Sumadas conforman el libro ‘Cáncer renal: Experiencias de más vida’, en el que cada protagonista cuenta su experiencia desde que supo que padecía la enfermedad, enriquecida con la postura de su doctor. José Antonio, operado en 1999 de este tumor, está satisfecho con el resultado: “El médico que me atiende me conoce también como persona”.
Mara Torres, David Castellano, Elisabeth y José Antonio.
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“Buscábamos cercanía con los pacientes”, ha señalado el presidente del Grupo Español de Oncología Genitourinaria (Sogug) y oncólogo del Hospital 12 de Octubre de Madrid, David Castellano. En su opinión, a veces “el secreto está en los dos segundos que tardas en levantarte de tu silla, acercarte al paciente y preguntarle no solo por la enfermedad, sino también por la vida. Así se genera una relación que no se cambia nunca”.
El libro ha sido publicado por Sogug en colaboración con la Asociación Española contra el Cáncer (AECC) y es la primera iniciativa puesta en marcha en el marco de su proyecto de apoyo emocional a los pacientes con cáncer renal, denominado ‘Life Project’. Además de poder descargarse en la web del grupo se distribuirá en las consultas oncológicas con este fin.
Elisabeth, profesora de 36 años que lleva ocho luchando contra este tumor, también habla: “Después de saber que tienes la enfermedad tienes que fijar de nuevo los pilares y reconstruir tu vida, que se ha derrumbado. Y tú eres quien pone la primera pieza”. Desde su experiencia habla en positivo, recomendando a quien le den este diagnóstico que “no vea una fecha de caducidad” en él.
Fernando, Luis Antón Aparicio, Nuria Laínez e Isabel Oriol.
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Caso curioso es el de Luis Antón Aparicio, que ofrece su experiencia como paciente y como oncólogo en el Complejo Hospitalario Universitario A Coruña. Es un caso “paradójico”, ha analizado, exponiendo el dilema de “yo, paciente de mí mismo, médico”. Por ello, ha dicho, “ahora sé que la vida hay que tomársela con un cierto grado de sarcasmo”.
Para la vicepresidenta de Sogug y oncóloga del Complejo Hospitalario de Navarra, Nuria Laínez, este libro “es un guiño a la complicidad entre oncólogo y paciente”, pues refleja esa necesidad que tiene a veces el afectado “de que además de que seamos buenos científicos y mejores clínicos, lleguemos también a la persona”.