La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha fijado nuevos estándares para homologar los equipos médicos internacionales para emergencias que acuden a las catástrofes internacionales. El objetivo es asegurar su operatividad y cartera de servicios y, a la vez, conocer la capacidad de los equipos, su adecuación a las verdaderas necesidades sanitarias del desastre ocurrido y garantizar la capacitación del personal que compone los mismos.
En la actualidad, hay una lista de 67 equipos que están en proceso de evaluación tras cumplir con los requerimientos mínimos para ser calificados. Dos de esos equipos son españoles: el Samur-PC del Ayuntamiento de Madrid tipo 1 (sin cirugía mayor) y la propia Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo del Ministerio de Exteriores y de Cooperación (con cirugía mayor).
Este control más estricto está motivado en que busca evitar situaciones como las ocurridas con el tsunami del Pacífico en 2004 y el terremoto de Haití de 2010, cuando muchos de los equipos que llegaron carecían de la formación, del equipamiento o de suministros médicos apropiados, "y se convirtieron más en una carga que en una ayuda", explicó desde la OMS.
Para que no se repita esta situación, la OMS trabaja para que, de aquí a dos o tres años, el mundo cuente con doscientos de estos equipos médicos internacionales, que involucren a unos 100.000 profesionales de la sanidad capaces de ser desplegados ante emergencias en cualquier lugar del mundo.
Como explica Fernando Prados Roa, responsable de Emergencias y Catástrofes dentro de la Sociedad española de Medicina de Urgencias y Emergencias (Semes) a Redacción Médica, para conseguir la certificación los equipos españoles tendrán previamente que cumplir con las características del nivel al que se quiera optar y pasar el proceso de acreditación que certifique que esos equipos reúnen las condiciones establecidas.
Este proceso incluye enviar a la OMS un formulario muy extenso y muy completo, definiendo la composición exacta del equipo (contingente humano y logístico, inventario de todo el material del que se dispone, autosuficiencia, etc.), en una primera fase. Y, una vez superada, un "mentor" de la OMS será el encargado de guiar y evaluar a cada equipo en sus capacidades de acuerdo con los estándares de la OMS, que son los mismos con los que está trabajando la Unión Europea.
Una de las ventajas de la certificación de la OMS es que cuando se presente la emergencia, estos equipos tendrán acceso prioritario al lugar donde se requiere su presencia y no deberán pasar los controles habituales en las fronteras. Además de contar con la garantía de que se ajustan a una serie de principios éticos, como solicitar permiso antes de realizar cirugías y no favorecer a ciertos grupos o poblaciones por encima de otras.
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