Este viernes 25 de noviembre se conmemora el
Día Internacional por la Eliminación de las Violencias hacia las Mujeres; una jornada de reivindicación con manifestaciones, concentraciones y acciones de sensibilización ciudadana contra
una lacra que también golpea de pleno a la sanidad, un sector con presencia mayoritariamente femenina. Las agresiones, tanto físicas como verbales, se dan en todas las profesiones de la Salud, pero, según
Rocío Fernández, la secretaria técnica de Igualdad de Confederación Estatal Sindicatos Médicos (CESM), la problemática
se acentúa en el ámbito rural y en Atención Primaria, en el que la mujer está más desprotegida.
"Tanto en Primaria como en hospitalaria, la violencia puede verse incrementada entre las profesionales porque se nos puede ver más vulnerables, pero
la médica del ámbito rural puede correr más riesgo en las guardias y centro de salud en los que, a veces, no hay ni personal administrativo", explica Fernández, quien puntualiza que, como médicas, la relación de exigencia con el paciente se agrava en algunos casos por la
superioridad masculina o patriarcal.
Fernández también insiste en las diferentes discriminaciones que siguen sufriendo las mujeres del sector sanitario por parte de la Administración, como las relacionadas con la maternidad, el
complemento de guardias en la baja maternal -que no está extendido a todo el territorio- o el
prorrateo económico en las situaciones de adaptación de puesto. Además, la secretaria reseña que lo peligroso de la violencia es la
falta de identificación y de protección posterior, aunque incide en que la
progresiva feminización de la profesión se está traduciendo en una disminución de estas actitudes.
Agresiones físicas y verbales en Enfermería
Enfermería tampoco escapa de una problemática que para
María Enríquez, enfermera del instituto de investigación del Consejo General de Enfermería (CGE), está “infravalorada”. “Esa violencia no siempre se transmite, por lo que parece que no ocurre. No es así; tenemos que dar importancia a las
agresiones físicas y verbales”, defiende la enfermera.
Casado: "Las sanitarias siguen siendo víctimas de violencia machista por parte de los pacientes"
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Un empujón o agarrar del brazo cuando se está tomando la tensión o realizando una extracción sanguínea son algunas de las agresiones físicas que, en el día a día, se enfrenta un porcentaje importante de la Enfermería. Sin embargo, Enríquez pone el foco en las
agresiones verbales que, en muchas ocasiones, se dejan pasar por alto. “Se sufren
agresiones visuales, por ejemplo, cuando te tienes que agachar a realizar algún tipo de procedimiento o se cae cualquier objeto y percibes que te están mirando de una manera diferente que al enfermero”, explica Enríquez.
En esta línea, la enfermera destaca otras situaciones cotidianas de violencia no física que sufre el colectivo a la hora de tratar con el paciente. “Notas una
sensación despectiva cuando te dicen ‘niña’ o ‘chica’ o ponen en duda la profesionalidad de tu trabajo simplemente por el hecho de ser mujer, especialmente por ser mujer joven. Es habitual que te pregunten: ‘¿Estás segura de lo que vas a hacer? ¿Por qué no avisas a otro compañero?’.
Esos comentarios no dejan de ser violencia verbal”, lamenta, señalando que se cuestiona constantemente la valía de las sanitarias.
Por ello, para acabar con la violencia en centros de salud y hospitales, anima a todas las sanitarias a
denunciar estas situaciones para, sobre todo, a hacerlas visibles. “Para ello, también podemos pedir ayuda y asesoramiento a nuestros colegios profesionales”, sentencia la sanitaria, incidiendo en que las instituciones tendrían que hacer más hincapié en esta cuestión que afecta especialmente a las
mujeres de entre 35 y 55 años.
Violencia machista en redes sociales
Elena Casado, anestesióloga en el
Hospital de Gandía, expone que a día de hoy aún queda mucho por avanzar. Asegura que en su actividad diaria "las sanitarias siguen siendo víctimas de
violencia machista por parte de los pacientes" porque se sigue viendo más fácil "agredir a una mujer que a un hombre".
En declaraciones a
Redacción Médica, explica que "es muy frecuente que pacientes varones te griten en consulta, te empujen o intenten llegar a mayores. Yo me he enfrentado a ello en casos puntuales" se lamenta, "pero en mi práctica diaria no lidio mucho con ello". Sin embargo, hay otro escenario donde sí tiene que hacerle frente. La especialista que es muy activa en
redes sociales donde desarrolla una concienzuda labor de divulgación, explica que ha recibido comentarios machistas en
TikTok. "Hay una cantidad de personas en esta plataforma diciendo que las mujeres somos peores profesionales que los hombres solo por ser mujeres que me he quedado alucinada, sobre todo porque los usuarios ahí son muy jóvenes".
Casado asegura que en el
entorno laboral, entre compañeros y con los superiores sobre todo gracias a que cada vez hay más mujeres en cargos de responsabilidad, se ha avanzado mucho, pero si es cierto que todo cambia cuando una mujer queda
embarazada. "Hay comentarios si coges la baja por maternidad según has iniciado la residencia o te piden que te incorpores antes de la baja maternal". Situaciones en las que si la sanitaria insiste en mantener su derecho "acaba teniendo una
sanción, no sobre un papel, pero sí es verdad que acaban con peores turnos".
En su opinión, en el
entorno laboral sanitario aún se sigue sin entender los derechos de la mujer en el ámbito de la maternidad. "La mujer tiene el hándicap de ser quien pasa por el embarazo y se sigue estigmatizando mucho. Está muy presente el comentario de: 'mírala qué morro que está de baja'". Expresiones que demuestran que aún tenemos mucho camino por andar.
Aunque pueda contener afirmaciones, datos o apuntes procedentes de instituciones o profesionales sanitarios, la información contenida en Redacción Médica está editada y elaborada por periodistas. Recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.