Las
malformaciones congénitas, deformidades y anomalías cromosómicas son las principales causas de mortalidad de los menores de un año en España durante el año 2020, con un total de 210 fallecimientos, según el estudio ‘Patrones de mortalidad en España, 2020’ publicado por el Ministerio de Sanidad. El documento, que registra las muertes de 890 niños menores de doce meses, analiza las causas de mortalidad de esta parte de la
población infantil y su evolución.
Los datos muestran que el 23,6 por ciento de los niños que mueren antes de su primer año fallecen por malformaciones congénitas, deformidades o anomalías cromosómicas. Son las
enfermedades mayoritarias en el fallecimiento infantil, puesto que otras nueve patologías suman cerca del 40 por ciento de las muertes infantiles y otro 36,4 por ciento se debe a “otras causas”.
En esa lista de las enfermedades que más defunciones generan entre la población infantil menor de un año, la
hipoxia intrauterina y asfixia al nacimiento son la segunda causa de muerte y el
síndrome de la muerte súbita infantil es la tercera causa, con 60 y 56 fallecimientos durante el 2020 y una tasa del 6,7 y 6,3 por ciento, respectivamente. Después se encuentran patologías como los trastornos relacionados con la
duración corta de la gestación y con el bajo peso, la
hemorragia, la
dificultad respiratoria, la sepsis bacteriana, los trastornos cardiovasculares, las complicaciones maternas del embarazo y la enterocolitis necrotizante.
El Ministerio de Sanidad apunta a que “gran parte” del descenso en la tasa de mortalidad infantil en estas dos décadas se debe al "
descenso observado" en las defunciones por malformaciones congénitas, deformidades y anomalías cromosómicas. Un descenso que ha sido del
40,8 por ciento desde el año 2019.
También baja la incidencia de otras causas de muerte infantil
Otras causas de muerte infantil que han
descendido su incidencia de forma considerable son los trastornos relacionados con la duración corta de la gestación, los trastornos cardiovasculares y las complicaciones maternas del embarazo. Esas tres patologías han sufrido una bajada de su incidencia del 40,3, 47,6 y 64,6 por ciento, respectivamente.
No obstante, hay patologías que del 2019 al 2020 no han variado su incidencia de forma tan significativa en la mortalidad infantil. Es el caso de la hipoxia intrauterina y la asfixia, ya que su prevalencia ha disminuido un
3,3 por ciento solamente. Otra enfermedad que más o menos se ha mantenido estable ha sido la enterocolitis necrotizante, con una disminución del
3,7 por ciento.
El año 2020 ‘mejora’ los datos de 2019
El año 2020 es, por ahora, el ‘mejor año’ en lo que a mortalidad infantil se refiere, puesto que se han registrado
87 defunciones menos que en el año 2019. Se trata, además, de la cifra más baja de fallecimientos de los últimos cinco años, puesto que en el último lustro la media de fallecimiento infantil ha sido de 1.120 muertes al año. Los datos del Ministerio de Sanidad recalcan que la tasa de mortalidad infantil en el año de estudio ha sido de 2,6 defunciones por cada 1.000 niños nacidos vivos, una magnitud 3,8 por ciento menor a la tasa de 2019 y un
36 por ciento menor que en el año 2001.
Por otro lado, el informe del Ministerio de Sanidad subraya que, desde el inicio del siglo XX, la tasa de mortalidad infantil ha mostrado una tendencia descendente en España, y desde el año 1940 esa tasa ha disminuido año tras año. Una tasa que se encuentra a día de hoy
por debajo de la media de la Unión Europea (UE), cuya magnitud es 3,3 por cada 1.000 menores nacidos vivos. Además, Sanidad remarca que las diez primeras causas de muerte infantiles en 2020 han producido el 64 por ciento de todas las defunciones en menores de un año en España.
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