La carrera para conseguir que la
relación médico-paciente sea declarada
Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco ha sufrido un importante revés. Después de muchos meses trabajando en ello, creando un grupo de expertos, elaborando un documento conjunto y obteniendo incluso el
apoyo de Congreso y
Senado, los siguientes pasos para conseguir adhesiones y
hacer avanzar el proyecto han interrumpido momentáneamente el calendario fijado, según confirma a
Redacción Médica Patricio Martínez, presidente de honor de CESM e impulsor de la propuesta.
La razón es que pese a que se trata de un aspecto sanitario, estas propuestas
son tramitadas por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, que, al igual Sanidad, tiene las competencias transferidas a las comunidades autónomas, y los plazos para conseguirlo distan mucho del
2019 que se había marcado en un primer momento
Martínez.
"Nos hemos replanteado una serie de cuestiones, porque deberíamos de hacer visitas a las CCAA para contar no solo con la consejería de Sanidad respectiva, sino también con la de Cultura, para ver si alguna la presentaría. Cualquier propuesta que se pudiera hacer, a nivel del Estado español,
tiene que ser a través de las CCAA. Pero una vez hecha, entraríamos en la
lista de espera", explica Martínez en conversación con este diario.
Lista de espera de entre 2 y 3 años
Y ahí radica el problema de los plazos, puesto que "la lista de espera española de lo que es bien inmaterial está casi peor que la lista de espera de la rodilla del SNS, de
unos 3 años", aunque desde Cultura han asegurado a este diario que son 2 años. Por este motivo, el presidente de honor de CESM admite que
se han replanteado la cuestión, pensando si no tendrían que hacer una
petición más universalizada, ya que la relación médico-paciente está en todas las culturas. "Si hacemos una candidatura internacionalizada casi seguro que algún país tendrá que firmar en su territorio para sacarlo adelante, aunque con el apoyo de los demás. Posiblemente tengamos que ser lo suficiéntemente espléndidos para que, siendo nosotros los patrocinadores, intentemos buscar un camino que nos lleve en este sentido al fin último, que es que
la Unesco reconozca la relación.
Mientras tanto, la
comisión de expertos que
elaboró el primer documento está también trabajando en lo que sería un manual de la relación médico-paciente, para que "de alguna forma, no solo los estudiantes sino también los médicos tengan presente en sus agendas que a la hora de visitar es importantísimo
esta relación médico-paciente, y poner en valor esto a través de un manual", explica Patricio Martínez.
Acceda
aquí al calendario de plazos para la declaración por parte de la Unesco.
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