Cuatro pilares para el necesario rediseño de la Estrategia de Salud Pública

La pandemia de coronavirus puso de manifiesto las carencias que, en lo que ha prevención de enfermedades se refiere, tenía el Sistema Nacional de Salud (SNS). Más de tres años después de su estallido y pese a las lecciones aprendidas, aún existen, sin embargo, deberes pendientes cuyo abordaje es necesario para no cometer en el futuro los mismos errores del pasado. Ello pasa por una reconfiguración de la Estrategia de Vigilancia en Salud Pública en base a varios pilares: más financiación, más recursos humanos, más promoción e incorporación de agentes sociales ajenos a los íntimamente sanitarios.

Se trata de la principal conclusión a la que han llegado los expertos que han participado en la primera mesa de debate de la 2ª Jornada sobre el Presente y el Futuro de la Salud Pública organizada por Redacción Médica, con la colaboración de GSK, MSD, Novo Nordisk y Pfizer. Un primer foro que se ha celebrado bajo el título El desarrollo futuro de la Estrategia de Vigilancia en Salud Pública del Sistema Nacional de Salud (SNS).

Con Regina Leal Eizaguirre, exdirectora gerente del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha, como moderadora, han intervenido el director general de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica de la Consejería de Salud y Consumo de la Junta de Andalucía, Jorge del Diego Salas; el presidente de la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública y Gestión Sanitaria (Sempspgs), Manuel García de la Vega Sosa; el presidente de la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (Sespas), Eduardo Satué de Velasco; y la representante del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (Ccaes) del Ministerio de Sanidad Pilar Soler Crespo.

Regina Leal, ex-directora gerente del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha.

Necesidad de una estrategia de Salud Pública “armonizada”

“Las principales debilidades de la Estrategia de Salud Pública son la ausencia de armonización, recursos dispares y el contar con sistemas de vigilancia heterogéneos que hace falta estandarizar”, ha lamentado Satué, una reflexión compartida por Del Diego: “La vigilancia necesita coger información de muchas fuentes primarias y una coordinación muy importante”. El responsable la Junta de Andalucía en esta área ha asegurado que “hay que ver este ámbito como una red de redes” que pueda “gestionar e integrar toda esa información para mejorar la salud de la población”.

Pilar Soler, representante del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad.

En ese sentido, Soler se ha referido a la necesidad de “actualizar el marco legal” de la Estrategia de Vigilancia, al respecto de lo cual ha recordado que “está casi finalizado” el Real Decreto que viene a regular la Red Estatal de Vigilancia en Salud Pública.

El problema del relevo generacional en Salud Pública

No obstante, la representante del Ccaes ha advertido de que, más allá de la reflexión -compartida- sobre la articulación de un marco de coordinación, resulta de vital importancia abordar el problema del relevo generacional. No en vano, según ha expuesto, el porcentaje de los trabajadores dedicados a esta área en las comunidades autónomas mayores de 60 años -es decir, cuya jubilación está próxima- es del 23 por ciento, de media global, y del 29 por ciento de media entre el personal funcionario.

“Tenemos un problema de atracción: un estudiante de Ciencias de la Salud que termina la carrera, probablemente no se plantea trabajar en Salud Pública por varios motivos: porque la retribución económica y el desarrollo profesional no son tan buenos y porque no existe tanta visibilidad”, ha analizado Satué, que ha lamentado las carencias en la definición que aún existen en torno a la figura del profesional de este ámbito, dado lo cual ha demandado una especialidad del ramo a la que puedan acceder también los profesionales "no sanitarios" que tengan "un mínimo de conocimientos" para dedicarse a ello. "Es necesario para que este trabajo sea lo más efectivo posible", ha dicho. Por su parte, Soler ha agregado que también "es importante luchar por la carrera profesional, independientemente al hecho de ser personal estatutario o funcionario”, ha agregado Soler.

Eduardo Satué, presidente de la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria.

Aportar más valor añadido a la Salud Pública

En la misma línea, Satué ha reivindicado “más poder y valor” para la Salud Pública. “No podemos reducirla a los sistemas de vigilancia y a la recogida de datos: tiene que ser cabeza pensante”, ha afirmado antes de criticar que el presupuesto estatal para esta materia es “mísero”.

En ello ha coincidido García de la Vega, que ha reclamado más inversión “en Atención Primaria, en comunidad, en Salud Pública, en vigilancia, en prevención y en expertos y especialistas”. En este sentido, ha valorado la puesta en marcha de iniciativas como este foro de Redacción Médica: “El hecho de estar aquí hace que nuestro análisis llegue a muchísimas personas. Es importante para conseguir la sostenibilidad del SNS que nos interesa”.

Manuel García, presidente de la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública y Gestión Sanitaria.

Para el presidente de la Sempspgs, hay que “mirar hacia el futuro”, lo cual supone “asimilar todo lo que se ha aprendido en la pandemia” en torno a tres ejes: eficacia, efectividad y eficiencia. Y en pos de ello ha resaltado el valor clave de la prevención. “Hay que dotar a las estructuras de esta materia de los recursos económicos, tecnológicos y humanos suficientes para poder ejercer nuestra labor. La Salud Pública está infradotada en estos tres ámbitos”, ha coincidido Del Diego.

La implicación de otros actores ajenos a la sanidad

El director general de Salud Pública de la Junta de Andalucía ha añadido a todo ello, en relación al ethos de escucha activa de , la implicación de expertos ajenos al espectro puramente sanitario en las estrategias de vigilancia y prevención: “En la pandemia aumentaron algunas enfermedades, la cronicidad y las desigualdades. Darnos cuenta de eso es importante para saber qué es lo que tenemos que cambiar en el paradigma de la vigilancia. Hay que incorporar actores del ámbito social y económico para trabajar juntos y, así, ver si realmente lo que nosotros pensamos desde nuestro ámbito luego lo podemos llevar a cabo”.

Al respecto ha puesto el ejemplo concreto de la Estrategia de Vigilancia y Respuesta de Andalucía, aprobada en el primer semestre de este año y en la que han trabajado 140 profesionales de distintos ámbitos: “Lo que se busca es potenciar los diferentes perfiles: el médico, el enfermero, el veterinario, el farmacéutico, pero también tener en cuenta la mentalidad y la especialidad de los ingenieros y los analistas de datos”.

Jorge del Diego Salas, director general de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica de la Consejería de Salud y Consumo de Andalucía.

También ha remarcado la aportación “fundamental” de la transformación tecnológica “para que no quede limitado el valor añadido que, nosotros, como sanitarios, le podemos dar a la interpretación de datos”.

La Agencia Estatal de Salud Pública, entre el consenso y la incertidumbre

Por último, los expertos han valorado el consenso al que en su momento se llegó entre el Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas para impulsar la Agencia Estatal de Salud Pública, una iniciativa que, a pesar de haber contado con un anteproyecto de Ley, quedó abocada al impasse con la convocatoria de elecciones generales para julio.

“La Agencia tiene que ser independiente en la medida de lo posible, con una autoridad moral que le permita navegar entre los bandazos políticos y con la capacidad de responder de manera inmediata”, ha declarado Satué, para el que la creación de este organismo es “esencial”. Por su parte, Del Diego ha hablado de la necesidad de delimitar las competencias entre la Agencia y la Dirección General de Salud Pública. “Espero que salga, pero la ministra acaba de llegar”, ha sentenciado Soler para ahondar en la incertidumbre.

Mesa de debate sobre El desarrollo futuro de la Estrategia de Vigilancia en Salud Pública del SNS.