Sábado, 19 de marzo de 2016, a las 20:18
Carlos Corominas/ Urgencias del Hospital de Jerez. Un médico de familia prepara el parte de alta voluntaria a un paciente que ha ingresado 18 horas antes con una intoxicación por consumo de hachís que ya está cansado del hospital. El joven, de entre 20 y 25 años, se encuentra consciente y los efectos de la droga ya se han pasado. A pesar de la recomendación del médico, que lo aconseja seguir en observación, el chico decide firmar.

Hasta aquí, todo normal: una situación de rutina que termina con el alta voluntaria de un paciente consciente y en pleno uso de sus facultades mentales. Sin embargo, el padre del chico no acepta la actuación del médico. Su forma de mostrar esta disconformidad: un puñetazo por la espalda al sanitario.

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