Pese a los problemas de abastecimiento y distribución de vacunas contra el coronavirus que han surgido desde el inicio de la campaña, Nicolás González (La Coruña, 1972), eurodiputado socialista, confía en que se cumplan los plazos para que la mayor parte de la población esté inmunizada en verano. No obstante, el también ponente de la EMA advierte de la importancia de pisar sobre terreno firme y no caer en la precipitación. La llave del éxito para que las dosis lleguen a todos los países, apunta, sigue estando en la colaboración entre el ámbito público y el privado.
La EMA tuvo que adelantar algunas reuniones para aprobar vacunas y acelerar un proceso de inmunización que algunos países ya tenían en marcha. ¿Hemos sido demasiado lentos a la hora de ponernos a vacunar?
No hay que tomar atajos, tenemos que dar seguridad al proceso. Es verdad que vamos un mes más tarde que EEUU y Reino Unido, pero habrá que ver si se mantiene esa ventaja o se amortigua de algún modo. Igual se confió en exceso en la capacidad productiva de las farmacéuticas. Ahora hay que abrir esos cuellos de botella.
¿Confía en que en verano España pueda tener un 70% de inmunizados gracias a las vacunas?
Confiamos en eso, sí. Pero vamos a ver si se cumple.
¿Cree que la segunda y tercera ola hubieran sido más suaves si la economía española no dependiera tanto de la hostelería y el turismo?
Yo estimo que sí, pero no soy economista. No es mi campo. Creo que sí como cualquiera puede imaginarse que sería así.
Europa se está ‘armando’ para, en caso de que llegara otra emergencia sanitaria, hacerle frente de forma más ágil. ¿Cree que para ello se debería crear una industria pública europea de medicamentos o apuesta más por colaborar con los laboratorios privados?
Crear una industria pública de medicamentos para hacer frente a esta pandemia me parece una utopía. El conocimiento y los medios de una empresa de esta categoría no se pueden improvisar. Estamos hablando de juntar talento para desarrollar medicinas. Eso no es tarea de un día, un mes o un año. Lo que hay que promover es que, mediante la colaboración público-privada, como ha ocurrido en este caso, el sector púbico empuje la investigación y se consigan tener más vacunas y mayor producción. Hay también otro camino que es el de liberar patentes, un arma que los gobiernos de la UE tendrán que usar si no les llegan vacunas. Pero siempre contando con el sector privado.
¿Debería haber un stock de emergencia de fármacos y material sanitario a nivel europeo o es mejor que lo tengan los Estados miembros?
No creo que sean incompatibles, una cosa no está reñida con la otra. Debe haber un cuerpo europeo porque hay países que no tienen tanta capacidad de stock, pero cada uno tiene que poder regular en esta materia. En cada Estado miembro, los sistemas y las necesidades son diferentes.
¿Teme que Europa pueda quedarse rezagada en la investigación y desarrollo sanitarios?
No creo para nada que nuestra industria farmacéutica se haya quedado atrás en investigación y desarrollo. ¿Dónde se ha desarrollado la vacuna que más se está poniendo en el mundo en este momento? En un laboratorio alemán, en el de Biontech. Y una buena parte de las vacunas se están fabricando en la Unión Europea. Tenemos un problema muy diferente que tiene que ver con la cadena de suministro.
Usted comparte con sus colegas europeos la situación de sus sistemas sanitarios. ¿Qué ventajas le han destacado de nuestro SNS respecto a los modelos sanitarios de otros Estados miembros?
Modelos hay muchos, no podemos comparar el de países que están asentados con el de otros que se encuentran en transición. No es fácil. El sistema de salud español, en cuanto a cobertura farmacéutica, es muy generoso y da garantías en cuanto a prescripción y prestaciones farmacéuticas. Evita en gran medida los copagos de personas vulnerables. Cada modelo tiene sus ventajas, pero creo que es hora de ir haciendo disminuir esas desigualdades. Eso es muy importante.
¿Copiaría algo de algún sistema sanitario europeo?
Muchísimas cosas. La capacidad de camas y UCIS que tienen en Alemania, la igualdad de acceso de los países nórdicos, la investigación y desarrollo de Holanda, el cuidado de los profesionales de enfermería en algunos otros países… Nosotros tenemos un bajo número de enfermeros/enfermeras. Son muchas las cosas que copiaría. Pero hay una cosa que no debemos olvidar: el sistema sanitario español ha dado muy buenos resultados. Es universal y público, y ha dado grandes resultados en función del gasto sanitario con respecto al PIB. España, con unos niveles de gasto sanitario no muy elevado respecto al PIB, ha conseguido grandes cosas en materia sanitaria y debemos estar orgullosos, aunque lo cierto es que tras la crisis de 2009 y los recortes, el sistema se vio dañado. No lo hemos recuperado. Además, estaba dimensionado para el día a día, no para enfrentarse a un test de estrés como una pandemia de estas características.
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