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"El Covid es una oportunidad para que los gobiernos miren a la Ciencia"

La investigadora Isabel Sola (CSIC) analiza con Redacción Médica el papel de los investigadores en la crisis sanitaria

Isabel Sola. Agencia SINC.

14 mar 2021. 18.00H
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La investigadora Isabel Sola es una de las personas que más ha trabajado sobre el coronavirus. En su laboratorio del Centro Nacional de Biotecnología del CSIC, Sola y sus conpañeros están desarrollando su propia vacuna contra la Covid-19, de la que podrían tener novedades en los próximos meses.

Cuando se cumple un año de la declaración del Estado de Alarma, Sola analiza con Redacción Médica qué ha supuesto la pandemia para los científicos españoles. "Se ha hecho un trabajo de investigación sin precedentes", considera la experta, que defiende que las pruebas diagnósticas que se han desarrollado en este tiempo "deberían utilizarse de una forma mucho más sistemática para poder detectar a cualquier persona infectada lo antes posible".

Abrumada por la atención que ha suscitado la Ciencia en el último año, Sola confía en que la publicidad que han recibido los investigadores se traduzca en una mayor inversión en Ciencia, "que sea una de las lecciones positivas de la pandemia".

Se cumple un año de la declaración del Estado de Alarma, ¿qué balance hace?

"Nunca se termina de conocer un virus, uno puede estar años y años estudiándolo y se aumenta el conocimiento, pero nunca terminas de saberlo todo"

En un año han pasado muchísimas cosas, desde el punto de vista científico ha habido una cantidad de trabajo impresionante, sin precedentes. Había pocos grupos que trabajaran en coronavirus en el mundo y, sin embargo, casi cualquier laboratorio de Virología, de Inmunología e incluso de otras disciplinas un poco más alejadas, se han empezado dedicar a coronavirus. Con lo cual, la cantidad de publicaciones y de avances en distintos ámbitos, no solamente el estudio del virus como tal, sino en el desarrollo de vacunas, la búsqueda de antivirales, de sistemas de diagnóstico, los modelos animales, los ensayos clínicos...se ha hecho un trabajo de investigación sin precedentes. 

Nunca se termina de conocer un virus, uno puede estar años y años estudiándolo y se aumenta el conocimiento, pero nunca terminas de saberlo todo sobre él. En cualquier caso, la población percibe el trabajo porque ahora hay sistemas de diagnóstico, de anticuerpos, de antígenos, de PCR. Es algo crítico tener un virus como este que se transmite desde personas asintomáticas, es fundamental tener un buen sistema de diagnóstico. Lo más llamativo de todo ha sido el desarrollo de vacunas, que ya se están administrando y que tienen niveles de seguridad y de eficacia. En la mayor parte de los casos muy por encima de lo que uno hubiera esperado.

En cuanto a los tratamientos, quizás no hay todavía una solución definitiva. Se ha visto que algunos tratamientos que se habían empezado a utilizar, tienen limitada la eficacia. Es decir, ha habido más resultados negativos -lo que nos vale para no perder el tiempo-, que resultados positivos en un medicamento elegido. En cualquier caso, en la clínica ahora saben mucho mejor cómo manejar a los pacientes. Eso, sin duda, habrá contribuido a disminuir la mortalidad y el daño que causa la infección.

Ha habido tantísimos casos que eso ha permitido tener en estadística, una 'N' que ha permitido ver absolutamente de todo: distintas edades, distintos grupos de población o distintas patologías. Eso ayuda a identificar cosas que nunca se habían visto con otros coronavirus porque no había números de infecciones suficientes.

La lástima es que todos los sistemas de diagnóstico que han mejorado, que se han hecho más sensibles, siendo muy específicos, no los estamos utilizando lo suficiente. 

¿Por qué?

"Teniendo distintas herramientas de diagnóstico que funcionan bien, deberían utilizarse de una forma mucho más sistemática para detectar a cualquier persona infectada lo antes posible"

Se está haciendo muchísimo más diagnóstico que al principio, no hay duda, pero creo que debería hacerse más. Teniendo distintas herramientas de diagnóstico que funcionan bien, deberían utilizarse de una forma mucho más sistemática para poder detectar a cualquier persona infectada lo antes posible y evitar que siga contagiando a otros.

Desde luego las vacunas son la gran estrella, pero existe una limitación,  de la noche a la mañana no se consiguen hacer millones y millones de dosis para conseguir que todo el mundo se vacune masivamente, pero se va por buen camino.

Desde el punto de vista de la investigación básica, durante este año se han empezado a explorar los mecanismos fundamentales por los que el virus desarrolla todo su ciclo, por qué infecta, cómo entra en las células, a qué se debe a que sea tan extraordinariamente transmisible, cuáles son sus mecanismos de patogénesis. Es un proceso a muy largo plazo porque uno sabe cuándo empieza a estudiar un virus pero nunca cuando termina. Se ha avanzado en bastantes cosas, pero la investigación básica siempre es un proceso lento que requiere de tiempo.

¿Qué ha supuesto para la Ciencia, que siempre ha estado en un segundo plano, tener a todo el mundo pendiente de esos avances?

Tampoco tiene precedentes. Antes, nosotros nos enterábamos de los avances de otros grupos a través de canales especializados o a través de los congresos. Ahora te encuentras las noticias en los periódicos porque son de interés general.

Muchos avances que corresponden a publicaciones científicas especializadas se reflejan en la reseña en un periódico porque tienen relevancia a la hora de entender qué es lo que hace el virus, por qué lo hace o las variantes que han ido apareciendo. Hay una serie de trabajos, de virología básica, en los que se demuestra si el virus crece mejor en las células del epitelio de la nariz, si se transmite mejor o cómo compite con otro virus. Esto es virología clásica y, sin embargo, se ha trasladado a los titulares de los periódicos que la variante 614, que se ha impuesto como dominante en el mundo, se transmite mejor que el virus original. 

"La Ciencia requiere, como todo en la vida, financiación para Recursos Humanos, para instalaciones o para utilizar tecnologías"

Se ha acelerado muchísimo la información, y en muchísimos casos es valiosa. Pero los cauces de publicación en la Ciencia son distintos: uno genera un trabajo, lo envía para que se publique en  una revista y hay expertos del campo que lo revisan y que valoran si el trabajo es relevante, si es novedoso, si está bien construido. Así deciden si se publica o no.

Ahora han tomado un protagonismo enorme los repositorios. Ya existían, pero con la pandemia uno no podía esperar a que su artículo llegara a una revista, lo revisaran y se aceptaran. Todo se deposita en repositorios que están accesibles al público y que son publicaciones que todavía no han sido revisadas. Algunas de ellas terminarán siendo aceptadas en alguna revista porque tienen un nivel de calidad suficientemente alto, pero hay otras que no. Los mismos científicos han amplificado artículos o informaciones que no eran lo suficientemente rigurosas, que ni siquiera estaban revisadas por pares y han tenido un protagonismo que ha creado más confusión que información. Esto es lo que sucede cuando hay tal cantidad de sobreinformación, que hay cosas cosas que son relevantes pero otras lo que generan es ruido, en el mejor de los casos y, en el peor, desinformación.


Además de los inconvenientes que me comenta, ¿ha servido la visibilidad y publicidad que ahora tiene la Ciencia para que se valoren más este tipo de investigaciones y se invierta más?

Con toda la desgracia que ha supuesto socialmente, sanitariamente y humanamente la pandemia, al menos ha sido una oportunidad para que el mundo y los gobiernos vuelvan un poco los ojos hacia la Ciencia y vean que no es algo que simplemente está ahí. No es cosa de cuatro o cinco a los que les da por eso, es algo que realmente importante a la hora de solucionar un problema nuevo. La única forma de solucionarlo es por medio de la Ciencia, que es quien descubre aquello que nadie visto y busca soluciones para problemas nuevos. Y la Ciencia requiere, como todo en la vida, financiación para Recursos Humanos, para instalaciones o para utilizar tecnologías.

"Nadie se creyó lo que siempre decimos los expertos: los coronavirus son virus emergentes con potencial pandémico"

Hay países que han tenido este convencimiento desde hace tiempo y otros que vamos un poco por detrás. Espero que en cada nivel sirva para dar valor a la Ciencia, ya sucedió en el año 2003 cuando apareció el otro coronavirus, el primer SARS. Aquello fue una epidemia, las dimensiones que tuvo no tienen nada que ver con la pandemia actual, pero fue la primera llamada de alerta: el coronavirus, que creíamos que para los seres humanos no eran tan grave, pueden llegar a matar. En aquel momento, al menos al principio, hubo bastante financiación por parte de la Unión Europea, de Estados Unidos y de China porque era algo que daba un poco de miedo. Pero luego desapareció la financiación para ese virus y hubo muchos grupos que lo dejaron, que abandonaron el estudio. Hubo candidatos a vacuna que estaban en proceso de evaluación, en estudios preclínicos, en modelos animales, y que no pudieron progresar más allá, ni siquiera pudieron llegar a la fase uno de ensayos clínicos en humanos. Prematuramente se interrumpió la investigación.

A veces miramos a corto plazo, se pensó que la epidemia se había controlado y no era para tanto. Nadie se creyó lo que siempre decimos los expertos: los coronavirus son virus emergentes con potencial pandémico. Espero que con esta situación se convenzan de la necesidad de invertir en Ciencia e invertir a largo plazo. Que una de las lecciones positivas de la pandemia sea esa.

Comentábamos al principio la rapidez con la que se han desarrollado las vacunas. ¿Hace un año se hubiera podido imaginar que, en tan poco tiempo, se podrían estar administrando?

Yo recuerdo haber dicho, con una mezcla de realismo y de optimismo, que el margen para tener alguna vacuna era de 12 a 18 meses. Aparte de que se ha trabajado bien, quizás ha habido un poco de suerte. Sí se podían generar candidatos a vacuna en ese tiempo, como se ha hecho hasta ahora. Pero al evaluar los resultados en ensayos clínicos en humanos, quizá nadie esperaba que las vacunas, sobre todo las de RNA, tuvieran una eficacia de más del 90 por ciento.

La verdad es que  a estado por encima de cualquiera de las previsiones que se habían hecho. Es una tecnología completamente nueva, nunca se había aplicado a enfermedades infecciosas. Hemos sido afortunados en ese sentido y por eso era difícil de prever. 

¿En qué punto se encuentra la vacuna que están desarrollando ustedes?

"Nosotros somos un laboratorio de investigación, no somos una compañía farmacéutica"

La nuestra es de crecimiento más lento que las otras. En España hay más candidatos y varios de ellos, los que están más avanzados, son plataformas que ya se habían empleado para otras enfermedades. Y la aplicación a esta ha sido mucho más directa y mucho más rápida.

La nuestra está llevando más tiempo de investigación. De hecho, una de las formas que tenemos para administrarla recuerda al sistema que tienen Moderna o Pfizer, que es un RNA envuelto. Ahí tenemos el inconveniente, nosotros somos expertos en generar y caracterizar RNA, pero la parte externa, la de la envoltura, requiere colaboración con expertos en esas áreas.

En el momento en el que tú no eres completamente independiente, no tienes la misma agilidad. En cualquier caso, estamos progresando razonablemente bien. Esperamos dar un buen avance en los próximos meses y confirmar en modelos animales la eficacia que esperamos. Con lo cual, confiamos en tener algo parecido con esta vacuna, pero hay que demostrarlo. A ver si a lo largo de los próximos meses también nos acompaña un poco la suerte y las cosas van bien.

¿Se podría contar con ella para este año?

A finales de año igual sí podemos tener noticias positivas, no sé si estará disponible para administrar, pero bueno, que esté ya bastante avanzada.

Hemos hablado del impacto de la pandemia en la Ciencia, ¿cuál ha sido su experiencia personal este año?

Ha aumentado muchísimo la intensidad del trabajo, no porque antes no trabajáramos mucho, sino porque ahora el trabajo no termina, uno nunca termina de estar al día. Terminas el trabajo de cada día y quieres mantenerte actualizado con lo que se publica, con lo que se sabe... y nunca consigues estarlo. Está habiendo mucho más trabajo por todas las exigencias en todos los niveles. El desarrollo de la vacuna en sí mismo, el estar actualizado con la información, leyendo, aprendiendo de lo que se publica en todo el mundo.

"Tener en el horizonte una vacuna disponible te exige salir de ese campo de acción que conoces y tener que relacionarte con la búsqueda de socios"

En cuanto al desarrollo de la vacuna, nosotros somos un laboratorio de investigación, no somos una compañía farmacéutica.  Hasta ahora, todo nuestro conocimiento y nuestro campo de acción ha sido la parte preclínica, el desarrollar un candidato, evaluarlo en modelos animales. Sin embargo, tener en el horizonte una vacuna disponible te exige salir de ese campo de acción que conoces y tener que relacionarte con la búsqueda de socios, de compañías farmacéuticas, cuestiones de regulación por parte de agencias de medicamentos, cuestiones legales de propiedad intelectual, o sea, todo un mundo que va un poco más allá de lo que normalmente nosotros estábamos acostumbrados.

Hay una gran intensidad de trabajo. También es apasionante porque no dejas de aprender, porque ves que estamos todos contribuyendo en una lucha común, no dejas de tener la sensación de estar viviendo un momento único, extraordinario -en el sentido negativo y en el positivo-, por todo lo que estoy implica.

Estamos ilusionados, con la esperanza de que las cosas vayan mejor, de que la vacunación se extienda y vayamos recuperando un poco nuestras vidas. Por nuestra parte, con nuestro candidato a vacuna, que todo este trabajo que hemos hecho en laboratorio durante 30 años y ahora en particular, termine materializándose en un candidato en el que nosotros realmente confiamos. No es porque nos hayamos empeñado en eso, sino porque tenemos evidencias previas de que podría ser un buen candidato.

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