Los científicos han evaluado la respuesta inmune contra el nuevo coronavirus en más de 150
pacientes con Covid-19 y han descubierto que los anticuerpos que se encuentran en la membrana de la mucosa se activan mucho antes que la de otros tipos. Un hallazgo que puede conducir al
desarrollo de nuevas vacunas contra la enfermedad.
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Según estos científicos, muchos de ellos de la Universidad de la Sorbona de París, los anticuerpos IgA que se encuentran en la mucosa
dominan mucho mejor la respuesta temprana al virus SARS-CoV-2 en comparación con otros anticuerpos como IgM e IgG.
Según sus hallazgos, publicados en la revista
Science Translational Medicine, estos son "inesperados", ya que
los anticuerpos IgM suelen ser los primeros en responder del sistema inmunológico.
En el estudio, los investigadores midieron las respuestas de anticuerpos en la sangre, la saliva y el líquido del lavado pulmonar bronco-alveolar en 159 pacientes con Covid-19,
cuyos síntomas de la enfermedad variaron en gravedad.
Los investigadores midieron las respuestas de anticuerpos en la sangre, la saliva y el líquido del lavado pulmonar bronco-alveolar en 159 pacientes con Covid-19
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"Las primeras respuestas humorales específicas del SARS-CoV-2 estuvieron dominadas por anticuerpos IgA", afirma el estudio, donde señalan que además encontraron que las concentraciones de anticuerpos IgA eran más altas que las de IgG e IgM en estos fluidos durante las primeras tres o cuatro semanas después de la primera aparición de los síntomas.
Tras ese periodo disminuyeron.
Desarrollo de nuevas vacunas
Sin embargo, los científicos dijeron que la IgA persistió en la saliva durante varias semanas más.Creen que los resultados pueden ayudar al desarrollo de vacunas que fomenten la respuesta de IgA,
así como pruebas basadas en IgA para detectar la infección en las primeras etapas.
Según los investigadores, el aumento de IgA se asocia con un aumento de las células secretoras de IgA llamadas plasmablastos, que pueden dirigirse preferentemente a las superficies mucosas del tracto respiratorio a las que ataca el virus.
También descubrieron que la IgA era más potente que la IgG para neutralizar el SARS-CoV-2.
Si estas conclusiones se llevan a la práctica, concluye el estudio, la potencia de los anticuerpos IgA diméricos permitiría dar lugar a una vacuna diseñada que se podría suministrar por vía oral o nasal,
teniendo como diana los tejidos de la mucosa, ofreciendo así protección contra el virus.
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