Una investigación reciente ha apuntado que
las respuestas de IgG específicas contra el coronavirus Covid-19 en la
saliva se mantienen
después de la infección hasta ocho meses. Ante ello, los científicos destacan que la saliva puede ser una alternativa a la sangre para vigilar las respuestas inmunes humorales a gran escala después de la
infección natural y la
vacunación para
comprobar la inmunidad de una población.
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Puede consultar aquí la investigación ---
Los autores de la investigación, publicada en la plataforma medRxiv, han evaluado
la durabilidad de las respuestas de IgG específicas para la nucleocápside (N) del SARS-CoV-2, el dominio de unión al receptor (RBD) y los antígenos de pico (S) en la saliva hasta
ocho meses después del Covid-19 confirmado por RT-PCR utilizando un ensayo salival.
Han estimado una
vida media de 64 días (d) (IC del 95 por ciento: 49, 80 d) para N, 100 d para RBD (IC del 95 por ciento: 58, 141 d) y 148 d (IC del 95 por ciento: 62, 238 d) para las respuestas de S IgG en la saliva, en consonancia con
las estimaciones de vida media informadas anteriormente en sangre.
Anticuerpos en saliva tras Covid leve
Por otra parte, otra investigación apunta a que la IgG específica en la saliva
parece estable incluso después del Covid-19 leve después de nueve meses de la infección. A diferencia de la IgA salival del SARS-CoV-2 que parecía de corta duración,
la IgG específica en la saliva parece estable, como se indica en la serología sanguínea. La prueba no invasiva de anticuerpos contra el SARS-Cov-2 basada en saliva realizada en el domicilio puede, por lo tanto, servir como
una alternativa complementaria a la serología sanguínea convencional.
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Puede ver aquí este estudio ---
Utilizando una plataforma de matriz multiplexada basada en perlas, los autores de la investigación, también publicada en la plataforma medRxiv, han comprobado
los anticuerpos específicos contra las proteínas del coronavirus en 256 muestras de saliva de pacientes convalecientes 1-9 meses después del Covid-19 sintomático (n = 74 , cohorte 1), individuos
no diagnosticados con cuestionarios autoinformados (n = 147, cohorte 2) e individuos muestreados en el tiempo
prepandémico (n = 35, cohorte 3).
Las respuestas de
anticuerpos IgG salivales en la cohorte 1 (principalmente Covid-19 leve) fueron detectables hasta la recuperación de nueve meses, con altas correlaciones entre el pico y
la especificidad de la nucleocápside. Tras este tiempo, La IgG permaneció en la saliva en su mayoría, como se observa en la serología sanguínea. Rara vez se detectó IgA salival en este momento. En la cohorte 2, las respuestas de IgG e IgA en saliva se asociaron significativamente con
antecedentes recientes de síntomas similares a Covid-19.
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