Llevar
mascarilla es, desde hace tiempo, un acto obligatorio en espacios públicos, aunque sea posible respetar la
distancia de seguridad. Terrazas, restaurantes y bares se han convertido, por tanto, en los únicos lugares donde está permitido quitársela para
comer y beber. Sin embargo, ¿
hasta qué punto es seguro?
Permanecer
sin mascarilla durante un tiempo prolongado en espacios cerrados como
bares y restaurantes puede tener sus riesgos, especialmente cuando la
ventilación no es la adecuada, tal y como señalan los expertos internacionales Eric Feigl-Ding y Muge Cevik y constata Joan Ramón Villalbí, como presidente de la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (Sespas), en declaraciones a
Redacción Médica.
"Estamos seguros de que el virus se transporta por aerosoles en el aire", argumentaba el epidemiólogo Feigl-Ding, haciendo referencia al estudio sobre los riesgos de transmisión del Covid-19 por aerosoles.
Según el experto, existe
riesgo de transmisión entre los comensales que se encuentran comiendo o bebiendo sin mascarilla, aunque se respete la
distancia de seguridad. De hecho, el espacio recomendado hasta hora de entre 1 y 2 metros resulta "insuficiente", según el experto, cuando se trata de espacios cerrados y habitaciones mal ventiladas. Más aún, cuando no hay un material de protección como la mascarilla que impida la expansión de gotículas.
El riesgo de propagación puede ser hasta
20 veces mayor en espacios cerrados, tal y como señala Muge Cevik, médica y experta en virología. Su afirmación se basa en un reciente estudio realizado en Japón, que analiza el rastreo de contactos de 110 personas infectadas. El
75 por ciento de los pacientes que mantuvieron exclusivamente
encuentros en interior acabaron contagiando el virus. En el caso de aquellos que solo tuvieron encuentros al aire libre, este porcentaje se redujo al 12,5 por ciento. Esto, según la experta, pone de manifiesto la importancia del entorno y el escenario en el patrón de contagios.
Limitación de aforo por el Covid-19
En España, este tipo de situaciones se han visto, no obstante, delimitadas debido a las restricciones de aforo y servicio en barra, tal y como especifica Joan Ramón Villalbí, presidente de
Sespas. "Ahora es más difícil ver locales mal ventilados y llenos", explica el experto, si bien reconoce el
mayor riesgo que albergan los
espacios cerrados y los contactos cercanos - alrededor de un metro- en la proyección del virus.
Cuando el encuentro se produce con
personas conocidas, "tendemos a ser menos prudentes y quitarnos la mascarilla, a pesar de que los datos sugieren que una gran parte de
contagios proviene de contactos cercanos". De hecho, gran parte de los comensales no se la vuelve a poner hasta que abandona la mesa.
La relajación es aún mayor en espacios abiertos como las
terrazas. Solo el
2% de los ciudadanos lleva mascarilla en estos lugares cuando se encuentra con familiares y amigos, según demuestra un reciente estudio elaborado por el
Departamento de Biología Computacional y Sistemas Complejos de la Universidad Politécnica de Cataluña (BIOCOMSC). Desde Sespas recomiendan
quitársela exclusivamente para consumir, especialmente en lugares cerrados y con mayor riesgo de infección.
¿Cuánto tarda en ventilarse una habitación?
Puesto que el virus puede permanecer en el aire, es necesario averiguar
cómo dispersar los aerosoles con la suficiente rapidez para evitar el contagio de coronavirus. El experto recurre para ello a un reciente experimento que demuestra cómo
a medida que aumenta el flujo de aire, dismimuye el riesgo de infección.
Según esta simulación, una habitación con
dos puertas situadas en diagonal tardaría en ventilarse por completo
7 minutos. El tiempo aumenta hasta los
45 minutos si el espacio cuenta con una única puerta como punto de salida. Los investigadores recomiendan en estos casos el
uso de un ventilador que multiplique la circulación del aire.
El estudio más reciente sobre transmisión por aerosoles, publicado por el Centro de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) indica que el
coronavirus puede permanecer en el aire hasta 16 horas si no existe ninguna corriente que le haga circular. Un tiempo muy superior al intercambio de aire habitual, el cual, dependiendo de la ventilación, puede variar entre los
20 minutos y las 4 horas.
Más de
200 científicos han señalado evidencias que demostrarían que
el coronavirus puede transmitirse por vía aérea a través de pequeñas partículas. Entre ellos se encuentra el español
Jordi Sunyer, jefe del programa de Salud Infantil de Instituto de Salud Global (ISGlobal) de Barcelona y catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad Pompeu Fabra, quien ya advirtió sobre el r
iesgo de contagio en espacios cerrados y poco ventilados por aerosoles transmitidos por el aire. Esto demostraría que la distancia establecida en "espacios interiores no es sufciente".
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