La
vuelta a las clases en septiembre podría tener
menor incidencia de lo que se pensaba en en el número de contagios por
Covid-19 en menores. Así se desprende de la comparativa realizada entre los
datos registrados en Finlandia y Suecia durante la pandemia y que refleja una falta de relación directa entre el cierre de los colegios y la cifra de contagios por coronavirus en este grupo de edad.
Mientras que Finlandia decidió clausurar sus centros educativos con la llegada del virus, Suecia optó por continuar las clases. Sin embargo, los
niveles de infección por Covid-19 entre los alumnos fueron muy similares en ambos países, tal y como revelan los datos de reciente estudio sobre la incidencia del virus en niños de edad escolar, recogidos por el portal
'Inproportion2'. De hecho, tras llevar a cabo un rastreo de contactos en las escuelas finlandesas,
no se ha encontrado una evidencia significativa de transmisión del virus en estos espacios.
Por ello, según este informe, "los efectos perjudiciales derivados del cierre de escuelas deben sopesarse con los efectos positivos que esta acción podría tener en la mitigación de la pandemia".
Teniedo en cuenta los datos analizados, el cierre de escuelas durante la actual pandemia no ha tenido
ningún impacto significativo en el control de la transmisión y no habría habido una incidencia clara de su apertura en el
número de casos de Covid-19 entre la población infantil.
Los
profesores tampoco presentan un
riesgo alto de contagio. Según el estudio llevado a cabo en Suecia, la incidencia de Covid-19 entre los trabajadores de guarderías, y centros de primaria y secundaria es cercano a 1, lo que indica que no hay un mayor riesgo de exposición e infección entre los docentes. De hecho, el riesgo es incluso menor si lo comparamos con el de otros profesionales con los
taxistas (4,8) o los repartidores de pizza (4,5).
Finlandia desaconseja utilizar mascarillas en las aulas
Por otro lado, el análisis plantea un
posible efecto negativo en la imposición de mascarillas dentro de las aulas. Países como
Dinamarca, Noruega o Suecia no recomiendan utilizar este tipo de protección entre la población en general, mientras que Finlandia
desaconseja su utilización específica entre los alumnos de primaria y preescolar.
De los aproximadamente 3,4 millones de niños y jóvenes con entre 0 y 19 años que acumulan entre ambos, no se registró
ninguna muerte por Covid-19. De hecho, la mayoría presentó
síntomas leves y sólo un grupo reducido - 2 personas en Finlandia y 14 en Suecia- tuvieron que ser
ingresados en UCI. En una gran parte de los casos positivos, el contagio se produjo a través de un adulto.
El gobierno sueco, decidió
mantener las clases en Primaria e Infantil tras el brote de Covid-19 y online para los mayores de 16 años, si bien este mes de agosto volverán a impartirse de forma presencial. En Finlancia, estas instituciones permanecieron cerradas desde el 18 de marzo al 13 de mayo salvo para los hijos de trabajadores imprescindibles.
No son los únicos territorios en los que se han
mantenido abiertas las escuelas. Dinamarca reabrió completamente sus centros educativos el 15 de abril después permacer un mes cerrados. Francia cerró el 16 de marzo y comenzó la reapertura gradual el 11 de mayo, reabriendo completamente (excepto para las escuelas secundarias) el 22 de junio con asistencia obligatoria y horario normal. Las escuelas secundarias continuaron el aprendizaje a distancia y están programadas para abrir en septiembre.
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