Aunque los datos siguen siendo alarmantes, las últimas cifras notificadas por el
Ministerio de Sanidad muestran parámetros esperanzadores. Tras varias semanas de ascenso continuado, el número de nuevos contagios por
Covid-19 y la incidencia acumulada (IA) siguen acumulando descensos diarios y confirmando su tendencia a la baja. Sin embargo, esta nuevo escenario no debe dar pie a una relajación de las restricciones. Esta es la opinión de
José Martínez Olmos, profesor de la Escuela Andaluza de Salud Pública y miembro del Consejo Económico y Social, quien apuesta por la prudencia.
“Ahora mismo no se dan las circunstancias para hacer una desescalada”. Olmos, exsecretario general de Sanidad, explica a
Redacción Médica que una desescalada precipitada podría conducir a nuevos brotes, sobre todo si, tal y como sugirió el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón,
la variante predominante en las próximas semanas es la británica.
El experto considera que, si no se quieren repetir cifras como las registradas en enero, los gobiernos autonómicos se deben ceñir al conocido como
"semáforo" de la Covid-19, aprobado el pasado mes de octubre por el Consejo Interterritorial. Este documento establece
cuatro niveles de alerta con umbrales numéricos concretos fijados a partir indicadores clave para el control de la pandemia.
Covid: Niveles muy altos de incidencia acumula en todas las CCAA
“A unos niveles determinados de incidencia, corresponden unos niveles de restricciones. Todo lo que sea desescalar de manera diferente a como dicta el semáforo, es un riesgo para la salud”, continúa Olmos, reiterando que el nivel de restricciones del plan de Navidad no era el adecuado según este indicador. El profesor matiza que España no se encuentra en situación de pensar en un alivio de las restricciones porque, incluso las CCAA que presentan mejores datos, tienen niveles muy altos.
Además, declara que, antes de tomar cualquier decisión al respecto, se necesita saber el ritmo que tomará la incidencia acumulada en los próximos días y si, finalmente, la variante predominante en nuestro país será la británica.
“Si es así, el escenario puede ser otro. Estaríamos en serio riesgo de rebrote”, añade José Martínez Olmos. Para el médico, pensar en estos momentos en una posible desescalada nos podría conducir directamente a una cuarta ola.
“Debemos continuar con el plan previsto y motorizar las variables Covid”, sentencia.
Por su parte, Joan Caylà, miembro de la Sociedad Española de Epidemiología (
SEE), ha sido enfático en señalar que no se deben bajar las restricciones en el actual escenario. “Me parece fatal que bajen las medidas. Habría que confirmar la baja de la curva de contagios, pero hay que ver fundamentalmente, si hemos alcanzado el pico de ingresos hospitalarios. Lo que queda claro es que
no se ha alcanzado el pico en las UCI y muertes. Sería importante llegar a Semana Santa con incidencias controladas para que la gente pueda hacer, dentro del orden, una vida más normal y lo mismo hacia las vacaciones de verano. Si nos precipitamos la cosa irá mal”, ha sentenciado.
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