España está a punto de entrar en la última semana del estado de alarma con sus comunidades autónomas en una situación bastante desigual:
hay seis en riesgo extremo frente a las cinco que se mantienen en el nivel 1 de alerta.
País Vasco, La Rioja, Navarra, Aragón, Cataluña y Madrid están, a día 28 de abril, en el nivel 4 de alerta. Esto significa que
su situación está "descontrolada", y pueden tener una incidencia acumulada superior a 250 casos, una tasa de positividad mayor al 15 por ciento, una ocupación de camas superior al 15 por ciento y una ocupación de UCI superior al 25 por ciento.
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En la otra cara de la moneda están
Galicia, Extremadura, la Comunidad Valenciana, Murcia y Baleares, que se encuentran en un nivel 1 de alerta y encaran la semana con mejores perspectivas.
Por provincias, Gipuzkoa, con 704 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días, es la que mantiene
una incidencia acumulada más alta. Le siguen Lleida (510), Guadalajara (434), Granada (403), Melilla (396) y Madrid (392). Albacete (49.7 ) y Valencia (46) son las únicas con un IA inferior a 50. Las islas de La Palma (45), Ibiza (42), La Gomera (4,7) y Formentera (no registra ningún caso) también están por debajo de ese umbral.
En cuanto a la
ocupación de camas UCI por Covid-19, Castilla y León, Madrid, País Vasco, La Rioja, Navarra, Aragón y Cataluña se mantienen por encima del 25 por ciento. Solo la Región de Murcia tiene una tasa inferior al cinco por ciento.
Así funciona el semáforo
El documento de actuaciones de respuesta coordinada para el control de la transmisión de Covid-19 en España establece
unos criterios comunes para interpretar los indicadores básicos en el Sistema Nacional de Salud que permitan realizar una evaluación del riesgo en cada territorio. Para cada indicador se establecen umbrales para determinar si el riesgo es bajo, medio, alto o muy alto. En función de estos, se establece 'un
semáforo': hay niveles de alerta que determinan actuaciones proporcionales al nivel de riesgo de transmisión de SARS-CoV-2 y adaptables según la situación y el contexto de cada territorio.
El Ministerio de Sanidad realiza un
seguimiento continuado de la evolución de todos los indicadores a nivel autonómico y provincial. Se establecen dos tipos de indicadores, principales y complementarios. Estos ayudan a valorar y caracterizar la situación de la epidemia y las capacidades de gestión y respuesta con más detalle y adaptada a diferentes territorios.
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