Esta semana se cumple un mes desde que España alcanzara el pico máximo de contagios diarios durante la tercera ola del Covid-19. Desde entonces, tanto desde las instituciones sanitarias como los expertos epidemiológicos, han insistido en que
lo peor de esta ola epidemiológica ya ha quedado atrás. Un reflejo de ello es la incidencia acumulada a 14 días, que llegó a superar los 1.000 casos por 100.000 habitantes y ahora se sitúa en 294 casos.
Sin embargo, según apunta el
informe semanal del Ministerio de Sanidad donde se refleja el estado de los indicadores principales de seguimiento del Covid-19, la mayoría de los territorios en España se encuentra en el nivel máximo de alerta. Hasta
38 provincias están en nivel 4, frente a las 9 regiones y 2 islas que están en nivel 3, y otras 8 islas que están en nivel 2.
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Este contraste entre el descenso de contagios y los niveles de alerta se da porque según los criterios establecidos en el documento de
actuaciones de respuesta coordinada para el control de la transmisión de Covid-19 en España, el rango de alerta se establece en base al estado de los indicadores epidemiológicos y de utilización de servicios.
Para pasar de un nivel de alerta más bajo a otro más alto los indicadores deben estar consolidados, pero para disminuirlo es necesario que los
indicadores permanezcan en un nivel de riesgo menor durante al menos 14 días. Una situación que aún no ha ocurrido en la mayoría del territorio español.
Los indicadores aún están en riesgo muy alto
Para decretar el
nivel de alerta 4, al menos dos indicadores epidemiológicos y uno de utilización de servicios deben superar los niveles máximos previamente fijados. Según refleja el informe semanal del ministerio, la
incidencia acumulada a 14 días es mayor a 250 casos en todas estas provincias y si se analiza solo para la población mayor de 65 años, incluso más regiones superan el limite máximo de 150 casos por cada 100.000 habitantes.
En cuanto a los indicadores de utilización de servicios sanitarios, la
ocupación de camas UCI es quién marca el nivel máximo de riesgo, ya que estas 38 provincias tienen un nivel de ocupación mayor al 25 por ciento de las camas disponibles. Mientras que en ocupación de camas de agudos el panorama es más alentador, con 6 comunidades por encima del 15 por ciento de ocupación.
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