El mundo entero está siendo testigo de la cantidad de investigaciones y estudios que se están llevando a cabo con un único objetivo: encontrar una solución contra el
Covid-19. Sin embargo, tras meses de pesquisas científicas, no ha sido hasta ahora que se ha lanzado el
primer ensayo clínico para comprobar si rezar puede ser efectivo contra el coronavirus.
Bajo el nombre de
‘Covid Prayer Study’, directores médicos de diferentes hospitales, en su mayoría de
Estados Unidos, pero también de otros países como
Reino Unido, Italia o China -epicentro de la pandemia-, se han unido con el propósito de demostrar si cuáles son los
efectos contra el Covid-19 de las plegarias de un total de
1.000 pacientes de cinco religiones -cristianismo, hinduismo, islam, judaísmo y budismo- que participarán en la investigación.
Con una duración de cuatro meses y con fecha de inicio el pasado viernes 1 de mayo, se trata del
“primer estudio global, multinacional y multilingüe” del planeta con estas características, según se explica en
su propia página web. Como no hay tratamientos probados, “muchas de las terapias disponibles son de apoyo”, reconoce, al tiempo que se indica que se han lanzado más de 1.000 ensayos clínicos que estudian diversas modalidades de tratamiento, principalmente en el espacio farmacológico.
Una respuesta divina contra el coronavirus
Para una pandemia de esta naturaleza sin precedentes que ha afectado a personas de todas las culturas, naciones, religiones, razas e idiomas, “se busca una respuesta terapéutica”, añade la web. No obstante, recuerda, que la oración se usa a menudo como un medio para “invocar la intervención divina” para la protección de la vida; aunque advierte que “esto a menudo sigue siendo una intervención controvertida desde una perspectiva científica”.
Aunque se usa regularmente con pacientes críticos, “el beneficio de la oración sobre los resultados de la atención médica ha sido muy debatido”, las investigaciones clínicas que se han hecho a lo largo de la historia para demostrar el poder de la fe contra las enfermedades han estado siempre “sujeto a sesgos”, lamenta.
Por ello, ante la falta de información disponible sobre el impacto de la oración en los resultados de los pacientes hospitalizados “ha impulsado esta investigación adicional”. Utilizando herramientas de evaluación modernas y datos de resultados, “buscamos evaluar el impacto de una oración universal con múltiples denominaciones en un ensayo controlado aleatorio”, asegura su página web.
Los pacientes que recen también recibirán asistencia médica
En cualquier caso, el cardiólogo Dhanunjaya Lakkireddy, director médico del Instituto de Ritmo Cardíaco de Kansas City en Estados Unidos, ha querido dejar claro en declaraciones a Forbes que los pacientes que participen seguirán recibiendo la asistencia médica necesaria y que la oración, de ninguna manera, pretende sustituir estos tratamientos.
Se realizarán evaluaciones diarias de cada participante para valorar la salud de los órganos y la necesidad de ventiladores. Además, el estudio continuará hasta que el paciente sea trasladado fuera de la UCI o fallezca.
Aunque pueda contener afirmaciones, datos o apuntes procedentes de instituciones o profesionales sanitarios, la información contenida en Redacción Médica está editada y elaborada por periodistas. Recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.