Todos los estudios científicos e investigaciones estadísticas que han podido realizarse hasta el momento confirman que
la obesidad es uno de los principales factores de riesgo de la enfermedad por Covid-19 hasta el punto de que, en caso de contagio, padecer sobrepeso puede costarnos la vida. Para el doctor J
uan Pedro Fernández Corbelle, médico especialista en nutrición con 34 años de experiencia clínica y miembro de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEO), “no se está informando convenientemente a la población, y la mayoría de los ciudadanos que en la actual situación de confinamiento han bajado la guardia a la hora de llevar una alimentación responsable y realizar un mínimo de ejercicio físico”.
Está calculado que en estos dos meses de confinamiento los ciudadanos han engordado una
media de 4 a7 kilos, algunos de ellos hasta 10. Esta situación, con la literatura científica en la mano, implica que salir a la calle podría suponer un riesgo vital en caso de contagio. Para Fernández Corbelle, “la prevención del sobrepeso es fundamental y debería incidirse en la población tanto como en el lavado de manos o en el distanciamiento social porque en la desescalada la gente está deseando hacer vida social y esto puede implicar el consumo excesivo de alcohol y una alimentación caótica y por tanto todavía más obesidad y una multiplicación del
riesgo de complicaciones, sufrimiento y muerte por Covid-19".
"Con la desescalada la gente está deseando hacer vida social y esto puede implicar el consumo excesivo de alcohol y una alimentación caótica"
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Tal y como asegura, las informaciones aportadas hasta ahora por los
especialistas en medicina interna y cuidados intensivos que vienen tratando a los pacientes con Covid-19 advierte queen las fases II y III de la enfermedad, las más graves, el sistema inmune se descontrola llevando al organismo a un estado inflamatorio severo donde van apareciendo complicaciones diversas como
alteraciones de la coagulación, con formación de trombos, y la afectación de diversos órganos y sistemas.
Esta situación de súper-inflamación en los pacientes de
Covid-19 más graves ha permitido a los investigadores encontrar una asociación estadística de la obesidad como uno de los principales factores de riesgo de complicaciones y mortalidad.
“Está ampliamente demostrado que la obesidad ya supone, de por sí, una situación de inflamación del organismo humano. El resultado es que la combinación Covid-19 y obesidad puede ser mortal porque cuando un paciente con sobrepeso llega a la fase de desencadenamiento inflamatorio, se encuentraen un estado avanzado de hiperinflamación y el agravamiento de la enfermedad por complicaciones severas es prácticamente inevitable”.
Ante esta evidencia la conclusión, según el experto, es clara:
hay que evitar a toda costa ganar peso, y en caso de padecer obesidad hay que poner en marcha un plan de choque para resolver el problema, siempre con parámetros saludables y de la mano de un especialista. Sin embargo, Fernández Corbelle advierte de que perder peso de forma saludable es un proceso lento que lleva meses, “sin embargo mientras lo conseguimos existe otra forma de protegernos ante un posible contagio: la micronutrición y la suplementación nutricional”.
El médico recomienda que se ingieran micronutrientes
El hecho de que el país vaya pasando a la Fase 1 y se pueda a salir a la calle y hacer más actividades no implica que haya disminuido el riesgo de infección. El virus sigue ahí fuera esperando y habrá nuevos contagios. Por ello
, Fernandez Corbelle advierte de que “es vital preparar nuestro organismo ante un posible contagio ingiriendo micronutrientes que intervienen en el buen funcionamiento del sistema inmunitario y en la respuesta inflamatoria del organismo humano a las enfermedades infecciosas".
"Estar en la fase 1 y salir a la alle no disminuye el riesgo de infección", recuerda el facultativo
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“La comunidad de médicos expertos en nutrición llevamos semanas revisando la literatura científica existente y realizando reuniones telemáticas para poner en común nuestros avances y descubrimientos. Gracias a este trabajo en común hemos podido adaptar nuestras dietas para aumentar los alimentos ricos en estos micronutrientes tan esenciales en la prevención de esta enfermedad.
Tales como vitaminas C, D3 y K2, zinc y cobre, selenio y ácidos Omegas 3 (EPA y DHA)”, asevera Fernández Corbelle.
“Una de las conclusiones a las que hemos llegado es que a la hora de prevenir el Covid-19 preparando nuestro cuerpo para un posible contagio, es inevitable tener que recurrir a suplementos nutricionales o complementos alimentarios porque la
alimentación convencional no llega a cubrir las necesidades más altas que tenemos ahora de estos micronutrientes. Además, la ingesta de estos micronutrientes a través complementos alimentarios debe ser superior a los valores mínimos recomendados porque ya no sólo se trata de estar sanos, sino de preparar a nuestro organismo para poder defenderse de esta enfermedad en caso de contagio”.
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