La participación de la sanidad privada ha sido fundamental para que España pueda encarar con más garantías el reto asistencial que ha supuesto el Covid-19.
Uno de sus principales protagonistas, el médico
Francisco Ivorra, presidente del Grupo ASISA, expone para '
Lecciones del Covid-19 (qué ha aprendido el sector sanitario español ante la pandemia)' las conclusiones que saca de los vivido hasta ahora frente a esta crisis.
¿Cuáles son los aciertos y errores que considera que se han cometido durante esta crisis?
Esta crisis tiene algunas características singulares; la primera de ellas es que se trata de una
crisis global que ha afectado a todo el planeta, aunque lo haya hecho de manera desigual, y desde el inicio ha habido un claro
déficit de información, motivado entre otros factores por tratarse de un virus nuevo y desconocido. En el caso de Europa, a esto se suma una
falta de preparación y experiencia reciente frente a epidemias similares. Mientras los países asiáticos habían gestionado hace pocos años la crisis del
SARS o del
H5N1,
Europa no se había enfrentado a una gran pandemia desde hace un siglo.
Esta falta de entrenamiento, junto al desconocimiento sobre el SARS-CoV-2, explica gran parte del caos inicial, la
respuesta dubitativa que han dado prácticamente todos los países y los errores de prevención y detección temprana de la epidemia que evidentemente se han cometido. Hay que volver a leer a
Laura Spinney en su libro el 'Jinete pálido', sobre la pandemia de 1918 para redescubrir el nivel la tragedia de la mal llamada 'gripe española'. Nadie está preparado para una situación así.
En cuanto a los aciertos,
las medidas de distanciamiento social, que han sido muy contundentes, han sido eficaces y el esfuerzo investigador nos está permitiendo avanzar muy rápido en el conocimiento del virus y en el desarrollo de tratamientos y, a medio plazo, de una vacuna.
Por otro lado, en el caso español, aunque la pandemia ha mostrado carencias y debilidades, también ha demostrado la
capacidad del sistema sanitario para hacer frente a situaciones de crisis integrando en la respuesta todos los medios disponibles, sean públicos o privados. Y, especialmente, ha demostrado el
compromiso de los grupos sanitarios privados con la sociedad española y, específicamente, la colaboración que hemos prestado a las autoridades sanitarias nacionales y autonómicas. Pero para nosotros el mayor acierto ha sido contar con nuestro personal sanitario, y ver su comportamiento.
Ante una crisis similar futura, ¿qué medidas deberían adoptarse ya de forma preventiva en cuanto a recursos humanos, recursos materiales, y gestión/organización?
Tenemos que extraer conclusiones de lo que ha pasado y actuar a todos los niveles de responsabilidad para evitar que esto vuelva a suceder. Y si esta crisis se caracteriza por ser global y afectar a los cinco continentes, es evidente que necesitamos
avanzar en la construcción de un sistema de gobernanza global que, garantizando las libertades civiles individuales, cuente con
mejores herramientas para hacer frente a crisis sistémicas como esta.
En el caso de nuestro Sistema Nacional de Salud, debemos
analizar los déficits que la crisis ha puesto de manifiesto y que se centran básicamente en aspectos organizativos. Nuestro sistema, como todo modelo descentralizado, es muy eficaz en la gestión sanitaria cotidiana pero
sufre frente a grandes crisis de salud pública. Por ello:
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Todo país debería tener planes diseñados para abordar grandes retos, uno de ellos sería el de la gestión de crisis sanitarias de gran relevancia, de tal forma que se pudiesen desplegar, con la revisión y actualización debida, con la velocidad que la situación aconseje. No deberíamos esperar a diseñar nuestros planes de actuación a que la situación compleja aparezca. En este punto debemos de recordar que, aunque tuvimos algún aviso, la crisis sanitaria se hizo presente con rasgos de rápida expansión, desde el primer momento, debido a que el SARS-CoV 2 es altamente contagioso. Los departamentos de Salud Publica tienen que ser potenciados, de forma permanente.
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Por otro lado, es imprescindible contar con una reserva estratégica de material sanitario y con una industria nacional que permita escalar rápidamente nuestro dispositivo asistencial ante una situación de crisis sin depender de los mercados internacionales. Eso requiere planificación, financiación y una apuesta mucho más intensa por la investigación y el desarrollo tecnológico en el sector sanitario.
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En tercer lugar, debemos reforzar nuestro sistema de alerta, detección y reacción rápida ante situaciones de emergencia sanitaria y crisis de salud pública. Eso pasa por el desarrollo de herramientas de coordinación entre las diferentes administraciones, por mejorar la formación de los profesionales y dotarles de más medios y por crear una red de expertos que disponga de recursos y capacidades para alertar y adelantarse a las crisis.
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Debemos entender que las respuestas globales a las crisis sanitarias, de la magnitud como la que estamos viviendo, exigen la respuesta coordinada de todos los dispositivos sanitarios de un país, los públicos y los privados, porque todos integran el sistema sanitario.
¿Qué podría haber aportado Asisa / Grupo Hospitalario HLA que no haya podido hacer por la premura en el estallido de la crisis actual?
El
Grupo ASISA ha estado desde el principio de la crisis al servicio de las autoridades sanitarias y comprometido con la atención a los pacientes afectados por la pandemia. Hemos atendido a casi 8.000 personas,
más de 1.500 han ingresado en nuestros hospitales y más de 1.200 ya han recibido el alta. En ese sentido, estamos satisfechos con nuestra capacidad de reacción y adaptación en un escenario realmente complejo.
Esta crisis nos deja un importante aprendizaje, tanto práctico como teórico, que nos será muy útil en el futuro. Una vez superada la crisis, haremos una reflexión sobre los aciertos y los errores que hemos cometido en la gestión interna y como solventarlos. Por ejemplo,
tendremos que reflexionar sobre cómo perfeccionar nuestra relación con los mercados internacionales de material sanitario, un ámbito en el que tenemos algunas carencias y que se ha demostrado esencial. O cómo perfeccionar nuestros sistemas de alerta temprana para adelantarnos en escenarios similares.
Pero, también, debemos aprender que
las autoridades sanitarias deben dirigirse a los grupos sanitarios privados antes de la declaración de la pandemia, porque la preparación de
respuesta a la crisis, como hemos comentado, sólo puede ser coordinada.
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