El
Gobierno italiano ha comenzado a trabajar en un
plan de cinco puntos
para reabrir el país, de manera gradual y controlada, cuando comience a disminuir la epidemia de coronavirus, tal y como ha explicado este domingo el ministro de Sanidad,
Roberto Speranza.
Las autoridades médicas italianas llevan días constatando cierta e
stabilización en las cifras de afectados en todo el país -casi 125.000 contagios y 15.000 fallecidos-, y pretende reimpulsar lo antes posible la economía nacional.
Las líneas de este plan consisten en mantener el actual distanciamiento social, un aumento de los tratamientos dentro de los hogares para
rebajar la carga de los hospitales y el aumento exponencial de las pruebas a la población.
Este incremento de los
tests debería revelar "cuántos italianos han sido infectados, si son inmunes y cómo son inmunes, cuántos y en qué áreas pueden regresar a una vida normal", según ha señalado Speranza en una entrevista a La Repubblica.
Secciones especializadas en los hospitales
El ministro también ha avanzado que los hospitales italianos abrirán
secciones especializadas en el tratamiento de la enfermedad y ha anunciado el desarrollo de una aplicación de telefonía móvil para rastrear a los contagiados y proporcionarles ayuda remota.
El ministro, no obstante, ha llamado a la precaución. "No habrá un solo día en el que podamos decir 'todo ha terminado'", y ha reconocido que sería "una
irresponsabilidad" por su parte
prometer una fecha para volver a la normalidad.
"Hay que convivir con este virus", ha declarado el ministro, que ha recordado que la crisis solo terminará cuando los investigadores
consigan desarrollar una vacuna contra la enfermedad.
Aunque pueda contener afirmaciones, datos o apuntes procedentes de instituciones o profesionales sanitarios, la información contenida en Redacción Médica está editada y elaborada por periodistas. Recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.