Los
gatos son capaces de generar una respuesta
inmune "fuerte" al Covid-19 que impide la
reinfección. Así lo revela un nuevo estudio de la Facultad de Medicina Veterinaria y Ciencias Biomédicas de la Universidad de Colorado, que confirmaría la susceptibilidad de este tipo de mascotas al SARS-CoV-2.
El
ensayo, publicado por PNAS, Proceeding of the National Academy of Sciences of the United States of America, concluyó que los
gatos pueden contagiarse entre sí, mientras que
los perros no tendrían la capacidad de transmitir el Covid-19. A pesar de estar infectados, ninguno de los animales enfermó ni mostró alguno de los
síntomas asociados al coronavirus. Ambas especies desarrollaron
anticuerpos neutralizantes. En el caso de los gatos, la respuesta inmunitaria fue "sólida" y evitó una
reinfección posterior, lo cual podría resultar útil en la búsqueda efectiva de una
vacuna para combatir el Covid-19 tanto en animales como en humanos.
Para llevar a cabo el experimento, los científicos introdujeron el virus a través de pipetas en las fosas nasales de los sujetos. En una fase posterior, al poner en
contacto a los gatos positivos con otros de su especie, se comprobó que pueden
seguir contagiando el virus hasta cinco días después de haber contraído la enfermedad, ya que es el tiempo que tardan en
eliminar el Covid-19 de su organismo. En los humanos, este periodo es mucho mayor ya que pueden seguir propagando el virus durante tres semanas.
El papel de los felinos en la transmisión del virus sigue siendo, según señalan los expertos, una cuestión "abierta", si bien, el tiempo "relativamente corto" que tardan en eliminar el virus y la resistencia que presentan a este, sugieren un
riesgo "muy bajo" de propagación, especialmente cuando estos se encuentran habitualmente en espacios interiores. Por el momento,
no existen pruebas que demuestren el contagio de mascotas a humanos. "Teniendo en cuenta que el número de infecciones humanas ha llegado a millones y, sin embargo, solo un puñado de animales han dado positivo en la prueba de PCR, parece poco probable que las mascotas domésticas sean una fuente importante de infección o estén en grave riesgo de desarrollar una enfermedad grave", concluye el estudio.
Los humanos pueden contagiar el Covid-19 a las mascotas
Sin embargo, los investigadores advierten acerca de la posibilidad de una
"zoonosis inversa" si los dueños afectados tienen contacto directo con las
mascotas durante la infección, tal y como demuestran estudios anteriores. El primero referido a gatos, ya apuntaba la posibilidad de contagio dentro de esta especie, tras localizar restos del virus en las muestras fecales de sujetos convivientes en la misma habitación. Este informe sería el
primero en demostrar la inmunidad de los gatos al Covid-19. Esto, sumano al corto periodo de infección, hace pensar que si se exponen a pacientes infectados "desarrollarán y eliminarán la infección rápidamente". Aún así, los científicos creen que no se debería permitir a los gatos infectados "deambular libremente" fuera del espacio doméstico si se quiere evitar la propagación.
El
primer caso documentado de contagio de humanos a animales se produjo en Hong Kong. En las semanas siguientes se notificó la infección de un perro en este mismo lugar y un gato en Bélgica. Anterioremente, ya se habían detectado casos de gatos contagiados por el SARS-CoV-1 por humanos infectados y capaces de propagar el virus. Hasta ahora, los estudios de serología no han logrado identificar, eso sí, a perros y gatos domésticos como fuente primaria de infección humana.
De hecho, la preocupación que existe en torno a la transmisión entre humanos y mascotas ha llevado a los investigadores a ahondar en la suspeptibilidad de perros y gatos- al ser los animales domésticos más comunes-. El estudio toma como punto de partida el hecho "más que probable" de que el virus tuviera como origen una fuente animal. Los expertos consideran que la presencia de
mercados con animales vivos proporciona "unas condiciones óptimas para la aparición de zoonosis". A ello se suma "la
similitud genética con el SARS-CoV-1", lo cual, aumenta las posibilidades de que "tenga un rango de huéspedes y una especificidad de receptor similares", puntualizan los científicos. A diferencia de los dos coronavirus zoonóticos predecesores, el SARS-CoV-2 ha evolucionado para conseguir una transmisión rápida en humanos.
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