España ha comenzado el
proceso de desescalada del coronavirus Covid-19 con el objetivo de ir aliviando progresivamente las medidas de confinamiento e ir recuperando la actividad hasta alcanzar el escenario que el propio Gobierno ha denominado como
“nueva realidad”, esto es regresar a la máxima normalidad posible manteniendo medidas de seguridad frente a la enfermedad. No obstante, si la estrategia fracasa,
ni el peor de los escenarios se prevé alcanzar la cifra exorbitante de 100.000 muertos y que ya prevén países como
Reino Unido, según indica
un estudio realizado por el Imperial College de Londres y remitido al Gobierno británico.
“No creo que ese vaya a ser nuestro escenario”, asegura a
Redacción Médica Rafael Ortí, presidente de la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública e Higiene (Sempsph). “Esas son cifras para un escenario demasiado alarmista”, insiste.
En el caso de las islas, considera que este número indicado no pretende ser más que un toque de atención “
para que se hagan las cosas bien, no como al principio”, explica en alusión las primeras polémicas tomadas por su primer ministro -como descartar el confinamiento o permitir actividades de ocio sin ningún tipo de control en espacios cerrados-.
Los rebrotes en pandemias como la del coronavirus son habituales
En cualquier caso, Ortí sostiene que el proceso de transición entre la fase pandémica y la interpandémica, en la cual se encuentra España en donde se circunscribe el proceso de desescalada,
“se tiene que hacer con mucha precaución”. No obstante, subraya que es cuando una epidemia “es habitual” que haya rebrotes u ondas epidémicas, como ya ha sucedido en
países como Corea del Sur.
"Se está sobrecargando Atención Primaria con funciones que son de Salud Pública"
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“Tras un brote inicial muy agudo,
no es de extrañar que pueda haber un brote secundario o incluso terciario”, explica. Sin embargo, que sea más o menos intenso dependerá de las medidas que tomen las administraciones, autoridades sanitarias y el propio conjunto de la ciudadanía en el ejercicio de su propia responsabilidad individual.
En este sentido, considera que las propias comunidades autónomas deberían qué es lo que se debe de hacer en cada escenario de la pandemia, porque además lo indica la propia OMS en sus instrucciones.
“No hace falta que no los diga el Ministerio de Sanidad”, asegura Ortí. Desde Salud Pública, “sabemos que tenemos que mejorar los sistemas de detección precoz en Atención Primaria, los servicios para el seguimiento de contactos tanto desde la comunidad autónoma por
Salud Pública como desde los hospitales por
Medicina Preventiva”.
“Se dice que hay que fomentar la Atención Primaria, pero no para hacer
seguimiento de los contactos. La Atención Primaria tiene que estar potenciada para hacer su trabajo de detección de la enfermedad en fases iniciales para que no progrese ninguna enfermedad hasta los hospitales”, indica Ortí.
Atención Primaria está sobrecargada desde antes del Covid-19
“
Se está sobrecargando a los profesionales de Atención Primaria, los cuales ya los estaban antes de la epidemia,
ahora con una función que no es suya, el menos no totalmente, aunque deben colaborar”, lamenta el presidente de la Sempsph, quien apunta a que en España no se ha contado lo suficiente con los médicos de Salud Pública, quienes además están especializados para hacer seguimiento de contactos e investigaciones epidemiológicas.
“Somos capaces de mantener un ejército que no va a la guerra nunca y no somos capaces de mantener un ejército de preventivistas, salubristas y epidemiólogos por si acaso viene una pandemia”, zanja.
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