El coronavirus se ha convertido en uno de los principales, si no el mayor, eje nuestras vidas en los últimos nueve meses. Además del enorme daño que sigue causando y el reto que supone para los sistema sanitarios,
la pandemia ha cambiado muchos aspectos de nuestras vidas. Ahora todos somos un poco más ‘epidemiólogos’, y cuestiones como incidencia acumulada o índice de reproducción, la famosa ‘R0’, no nos resultan ajenos. Tampoco lo es el concepto ‘fátiga pandémica’, que hace referencia al c
ansancio mental que el Covid ha causado y que explica, en gran parte, que España se encuentre en su
nivel de interés más bajo desde el inicio de la pandemia.
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Quien más, quien menos se ha interesado durante este tiempo por algún aspecto relacionado con el coronavirus. Y a día de hoy, pocos indicadores son más certeros para medir ese interés que las
búsquedas que se realizan en Google, el gigante de los buscadores online. En ese sentido, como en el de la incidencia en los últimos días, la curva de España también es descendente.
Los resultados de Google no miden el número de búsquedas, sino que establece una media de la intensidad de las mismas durante el periodo de tiempo seleccionado en base a una escala de 0 a 100. Así, en la actualidad el interés por el Covid-19 en España respecto al resto del año obtiene una puntuación de 5, la más baja desde el mes de febrero. Para encontrar el punto máximo hay que retroceder a la semana entre el 8 y el 14 de marzo, coincidiendo con la
declaración del primer estado de alarma por parte del Gobierno y el consecuente confinamiento domiciliario.
España no es el único país en esta situación. De hecho, la bajada de búsquedas relacionadas con el coronavirus es más norma que excepción en los grandes países europeos. De todos ellos, el que aún mantiene más viva la ‘llama’ del interés por la pandemia es Alemania. En el lado opuesto se encuentra Francia, en niveles mínimos.
Coronavirus y fatiga pandémica
Uno de los elementos que apunta a explicación de esta bajada de interés pese a que la situación siga siendo preocupante es el de la llamada
fatiga pandémica. Hablamos de un mecanismo que se pone en marcha cuando una persona se ve envuelta por un exceso de situaciones que superan sus recursos. Este sentimento de tensión física o emocional es cotidiano y permite que una persona lleve a cabo actividades de forma más lúcida. El problema con la pandemia del nuevo coronavirus es que se ha disparado y está provocando consecuencias negativas en la población
"Cuanto más fatiga hay, más cansancio, agotamiento y emociones negativas o desagradables se sienten", explicó a
Redacción Médica el catedrático de Psicología de la Universidad Complutense de Madrid y miembro del Consejo General de la Psicología, Antonio Cano. Ese cansancio termina por llevar a los ciudadanos a evitar una información que termina por causarles desasosiego, que a su vez se suma a una sensación de saturación tras muchos meses en los que el Covid ha monopolizado no solo la actualidad, sino la mayor parte de las conversaciones.
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