Cuando se observan las gráficas elaboradas por el Ministerio de Sanidad con los datos diarios de
contagiados y fallecidos por el coronavirus Covid-19 se vislumbra claramente la diferencia entre las
dos oleadas de contagios que ha vivido el país. La primera, más acusada con un pico claramente marcado y una curva que se reduce y, esta segunda, más permanente en el tiempo y acusando ahora un
crecimiento de los casos que no ha sido tan brusco. Por ello, la duda de cuándo se llegará al pico de esta segunda oleada y si
hay posibilidad de una tercera planea sobre los dirigentes políticos y los profesionales sanitarios.
Redacción Médica se ha puesto en contacto con dos médicos que a su vez han sido gestores sanitarios en su máximo exponente, el
Ministerio de Sanidad, para conocer su opinión. Ambos, aunque cada uno tenga una ideología política, insisten en la validez del
último documento del semáforo epidemiológico,
elaborado por las comunidades autónomas y el Ministerio de Sanidad, y aseguran que “todavía” se está a tiempo de evitar una tercera ola y controlar la segunda.
Rubén Moreno y José Martínez Olmos, quienes han ostentado la responsabilidad de la Secretaría General de Sanidad del Ministerio de Sanidad, así como la
portavocía en el Parlamento de PP y PSOE respectivamente en el ámbito sanitario, explican a
Redacción Médica que las medidas "están" pero que hacen falta diferentes supuestos para su efectividad total. Del lado de Martínez Olmos y del de Moreno se insiste en la
falta de profesionales para hacer labores "prioritarias" como la del
rastreo de contagios. Además, el senador popular aboga por la necesidad de una colaboración ciudadana aunque eso sí, asegura que esta segunda ola está como está “porque las cosas no se han hecho bien”.
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Y es que, para ambos políticos y médicos, la tercera ola se puede evitar “si hacemos las cosas bien”. Martínez Olmos, de hecho, asegura que hasta sin disponer de la
vacuna contra el coronavirus Covid-19 la segunda ola se puede controlar y evitar una nueva. “El objetivo es bajar la incidencia y situarla entre los 25/50 casos. Una vez consigamos vencer a la segunda ola, el reto es no tener una tercera. Para eso hay que mantener la incidencia en los niveles más bajos y hacer cosas que no se han hecho bien como la dotación de profesionales para el rastreo y el control del aislamiento domiciliario”.
Moreno: "No todo el mundo es responsable y hay que hacer medidas para compensar irresponsabilidades"
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A vista del socialista, que conoce bien lo qu es enfrentarse a este tipo de epidemias pues fue secretario general de Sanidad durante la emergencia sanitaria d
la gripe A, el
semáforo elaborado por Sanidad y las CCAA tiene los indicadores y umbrales necesarios para que se puedan ir tomando decisiones cuando suba la incidencia o la presión asistencial. Una herramienta que apoya también el popular Rubén Moreno aunque, a su juicio, se puso en marcha demasiado tarde. “Hicimos el documento el 14 de octubre con medidas y criterios, pero es obvio que fue muy tarde y se tenía que haber hecho en julio”, apunta.
Asegura el senador que con este documento
“deberíamos controlar la segunda ola y no llegar a la tercera”. Aunque apunta que es algo que depende de “la responsabilidad de la sociedad”. “No todo el mundo es responsable y hay que hacer medidas para compensar irresponsabilidades”, matiza.
Así, Moreno aboga por ver “si es posible” controlar la transmisión del virus en la situación que está ahora durante las tres semanas que ha pedido el Ministerio de Sanidad. Eso sí, avisa de que, si no se consigue y no funcionan estas
tres semanas, la situación de España en ese momento va a estar “disparada” y se van a tener que tomar medidas “más drásticas”.
El confinamiento domiciliario caerá ‘en cadena’
Una de esas medidas más drásticas, y que ya se ha puesto
sobre la mesa por parte de algunas comunidades autónomas, es el confinamiento domiciliario. No en una situación similar a la de marzo, pero sí parecida. De hecho, el médico popular asegura que el confinamiento total va a ser “muy difícil de evitar” de forma localizada. Es decir, no en todo el país sino en lugares donde la incidencia y la transmisión sea "especialmente preocupante".
“Que se dé esta situación va a depender del miedo escénico de las administraciones. Hoy por hoy, el Ministerio no se plantea el confinamiento domiciliario pero es obvio que
hay algunas CCAA que lo están pidiendo. La cuestión es que,
en cuanto una cierre, es obvio que el resto no van a asumir el riesgo de que el aumento del número de fallecidos sea su responsabilidad”, explica Moreno que aboga por que la decisión de una autonomía va a precipitar la de otras. Moreno conoce lo que es gestionar problemas epidémicos de este calado pues, además de estar del lado de
l exministro de Sanidad Alfonso Alonso con el plan de la
Hepatitis C, fue portavoz del grupo en el Congreso durante el
ébola.
Falta de profesionales y rastreadores
Martínez Olmos: "Se tiene que reforzar el trabajo de centros de salud e incorporar farmacéuticos y veterinarios para hacer rastreos en el marco de programas públicos"
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Pero, como bien reseñan Olmos y Moreno, para que el semáforo epidemiológico funcione es esencial conocer los contagios y controlar la transmisión. Para ello el socialista insiste en que
se aumenten el número de rastreadores. Siendo conscientes de la falta de profesionales (ambos grupos han registrado sendas iniciativas para el incremento de plazas de
Formación Sanitaria Especializada), el exsenador apoya la necesidad de contar con otros profesionales como v
eterinarios o farmacéuticos.
En el caso de estos segundos, Olmos pone de manifiesto
el proyecto de Cataluña de que sean los propios estudiantes los que se hagan los test. Una idea que -a su parecer- refuerza la idea de que profesionales formados, sin ser
médicos ni enfermeros, puedan hacer labores de rastreo y test.
“Se tiene que reforzar el trabajo de centros de salud e
incorporar farmacéuticos y veterinarios para hacer rastreos en el marco de programas públicos”, argumenta Olmos. De hecho, y como bien recuerda,
los militares están haciendo rastreo sin ser específicamente sanitarios. “Existen muchas tareas, desde hacer la prueba hasta la llamada y el control de contactos. No son específicas de un profesional sanitario”, añade.
Estado de alarma de seis meses: “atrocidad constitucional”
Rubén Moreno coincide con Olmos también en este punto. De hecho él va más allá y recuerda como hay sectores como las
agencias de viajes, la mayoría en ERTE, que se
han ofrecido como rastreadores (para hacer la parte de llamadas y notificación de contagios) que se
“podían haber entrenado como se hizo con los militares”. De otro lado, Moreno también pide a las administraciones y a la ciudadanía que usen
la APP Radar Covid como “una herramienta muy útil que puede localizar mucho más contagios”.
Como
miembro del Partido Popular, Moreno defiende que, para controlar el coronavirus, no es necesario el
estado de alarma de varios meses que ha puesto en marcha el Gobierno.
“Es una atrocidad constitucional”, critica. De hecho, para el senador el proyecto más idóneo es una legislación de tipo orgánico que permitiera “manejar la restricción de derechos fundamentales”. “Al final, el Gobierno ha optado por el Estado de Alarma moldeado a las necesidades y que va para largo. Es una atrocidad constitucional. No estaba pensado para eso”, finaliza.
Aunque pueda contener afirmaciones, datos o apuntes procedentes de instituciones o profesionales sanitarios, la información contenida en Redacción Médica está editada y elaborada por periodistas. Recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.