Siete minutos y medio a 65 grados. Son las condiciones que se deben dar para que la
carga del coronavirus quede inactiva en superficies y lugares cerrados. Esta desinfección también puede producirse a una menor temperatura, 56 grados, aumentando el tiempo de exposición a 52 minutos. Así lo demuestra un estudio realizado por un grupo de científicas del I
nstituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias (IRTA) de Cataluña.
Según sus investigaciones,
la carga vírica del coronavirus Covid-19 deja de estar activa al 99,9 por coronavirus en espacios cerrados y superficies cuando se alcanza dicha temperatura y se mantiene durante un tiempo determinado, que va desde los siete minutos y medio hasta los 52, dependiendo de los grados.
Aún así, todavía
no hay una conclusión certera respecto a las condiciones que afectan a la viabilidad y al tiempo de supervivencia del virus. Los datos disponibles hasta ahora eran los del coronavirus anterior, cuya inactividad se lograba a una temperatura de 56 grados durante 15 minutos.
Desinfección térmica como alternativa a la química
El primer paso de la investigación fue revisar estudios anteriores sobre la inactivación térmica de diferentes coronavirus. A partir de ahí, se desarrolló un
modelo matemático con parámetros cinéticos de activación térmica que permitió dilucidar el tiempo necesario para reducir la carga viral un 90% y la constante de resistencia térmica.
Dada la variabilidad de los diferentes coronavirus, la forma de asegurar la inactivación del virus es, según las expertas, someter los espacios a un
mínimo de 56 grados durante 52 minutos o una combinación equivalente.
Los resultados ayudarían a demostrar la
eficacia de la desinfección térmica como alternativa a la química en espacios con coronavirus. Esta se podría adaptar para acabar con el virus en el transporte público, así como en ambulancias. Un método similar es el que utiliza la empresa Techtrans Systems (OPP group) para desinfectar vehículos de transporte de cerdos frente a patógenos.
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