Rafael Cofiño (Gijón, 1969) se ha convertido en el rostro de la sanidad del proyecto político de
Sumar. Aunque no milita en ningún partido, su pasado como
director general de Salud Pública de Asturias le sirvió para que
Yolanda Díaz le entregara la batuta para coordinar el grupo de trabajo encargado de las propuestas sanitarias de la plataforma para la próxima década. El adelanto sorpresivo de las elecciones generales le otorgó todavía mayor protagonismo como
número uno de la lista por su tierra natal. A tres días de las elecciones, el candidato apunta en una entrevista con
Redacción Médica algunas de las retos más importantes de
su programa en el sector salud, desde el papel de los conciertos privados hasta la inversión en Atención Primaria. Aunque no despeja la duda de si se ve como un potencial
ministro de Sanidad.
¿Cómo valora el estado actual del Sistema Nacional de Salud? ¿Qué cambios de calado necesita en la próxima legislatura?
Una de las propuestas del programa de Sumar es la elaboración de una nueva Ley General de Sanidad. El sistema ha evolucionado, y la situación es compleja por varios factores, como el envejecimiento de la población, que requieren mejor coordinación de los diferentes recursos y también por la evolución después de la pandemia. Es necesario hacer una remodelación importante del Sistema Nacional de Salud (SNS). Es importante entenderla desde la sensación que tenemos de situación post-pandemia. Hay un margen de mejora importante en varios aspectos, tanto desde potenciación del presupuesto destinado a sanidad, como de la mejora de la situación de los profesionales sanitarios.
Uno de sus buques insignia ha sido la salud mental, ¿cuál va a ser la receta si Sumar llega al Gobierno?
La salud mental tiene dos aspectos. Uno está más vinculado al sistema sanitario y está relacionado con que necesitamos reforzar los servicios de salud pública. Esto incluye servicios específicos de salud mental. Por ejemplo, revisar cómo está la situación de Psiquiatría ahora mismo y qué especialidades es necesario añadir, así como incorporar más profesionales. Las ratios que tenemos son deficitarias. Pero también requiere el refuerzo de Atención Primaria. Es la parte del sistema sanitario donde más asistencia hay a personas con sufrimiento mental porque son la puerta entrada a la sanidad.
También tiene relación con otros elementos de políticas globales. Lo que vemos como sufrimiento mental, personas con malestares, es solamente la punta del iceberg de lo que viene detrás, que tiene que ver con las condiciones sociosanitarias de las personas. En salud pública lo tenemos muy claro desde siempre. El código postal es más importante para la salud que el código genético. Las sensaciones, el empleo, la vivienda, las situaciones de precariedad, las dificultades para llegar a fin de mes o las desigualdades son elementos claves que influyen en la salud de la población. Tener un programa político que cubra los servicios de salud mental pero que, por otro lado, haga mejores políticas es la clave intersectorial para mejorar la salud mental.
Haciendo alusión al código postal. Precisamente hoy médicos, farmacéuticos u odontólogos han reclamado que se equiparen las condiciones laborales en todas las comunidades, ¿es factible?
Sí. Tenemos que conseguir que sea factible. Tenemos que conseguir que, aunque tengamos un Estado con competencias descentralizadas, el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud debe conseguir que se cumpla un principio básico que es la equidad. No podemos hacer que haya competición entre comunidades autónomas para la atracción de personal. Las condiciones salariales son diferentes. Se busca un sistema lo más equitativo posible y siempre hacia mejoras en las condiciones de trabajo, en los incentivos y las retribuciones.
Una de las propuestas de Sumar para mejorar la situación de Atención Primaria es un presupuesto finalista para contratar sanitarios que hasta ahora no se contemplaba, ¿tienen alguna estimación del presupuesto necesario para contratar nuevos médicos o enfermeras?
La estimación inicial del grupo de trabajo viene en una propuesta que aparece finalmente en el programa que es el incremento de medio punto anual del PIB para el gasto sanitario hasta llegar a la media de los 10 países europeos que están en el percentil más alto. Se calcula que Primaria debería ser un 25 o 30 por ciento del total. Aunque hay que tener cuidado por el tema de las infraestructuras. A veces la financiación de infraestructuras tecnológicas o farmacológicas se puede computar como gasto en Primaria cuando es de todo el sistema. Es una aproximación pero los porcentajes hay que tenerlos como un objetivo.
"La financiación de infraestructuras tecnológicas o farmacológicas no puede computar como gasto en Atención Primaria"
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En Primaria hay una parte clara de reorganización del trabajo, otra que tiene un peso presupuestario importante es el personal. Tiene mucho que ver también con la formación. Lo que el grupo de trabajo ha definido es: presupuesto, personal, poder y prestigio. Hay algo que es fundamental que es el pregrado en las universidades. Hay que poner en valor que el trabajo de Primaria es vertebrador en el sistema sanitario, que sea una especialidad atractiva en Medicina o Enfermería. Es un elemento muy integrado con el trabajo de otros dispositivos como salud mental o el hospital.
¿Entonces no hay una partida estimada sobre los millones que hacen falta para contratar médicos?
El grupo de trabajo no ha bajado al detalle de cuánto sería en cuanto a presupuesto. Es una asignación muy complicada. Pero la estimación es de un 25 o 30 por ciento del gasto total de la sanidad. Lo que sí que vemos es que la parte del personal es un elemento muy mejorable tanto en Atención Primaria como en el Sistema Nacional de Salud.
Se han comprometido a llevar a cabo la reclasificación de las profesiones sanitarias. Actualmente Enfermería reclama su ascenso al grupo A1 y Medicina la creación de la figura del A+, ¿Sumar tiene una postura definida?
Hay algunas cuestiones que son del departamento de recursos humanos que habrá que negociar y ver a partir de ahí. Los programas generan una guía u orientación de hacia dónde ir, pero algunas cuestiones salariales habrá que negociarlas donde corresponda. Algunas se pueden enmarcar en los recursos humanos estatales, pero otras van a ser políticas de competencias autonómicas. Se abrirá una segunda fase para debatir cada escenario concreto.
Son el único partido mayoritario que lleva en el programa la eliminación de las guardias médicas de 24 horas, aunque algunos sindicatos dicen que implicaría doblar las plantillas del SNS, ¿cómo se puede encajar una medida así? ¿Sería inmediata?
En otros sectores como la industria o la ecología, se utiliza mucho una palabra que es 'transición'. Lógicamente, en algunas cuestiones no se van a poder conseguir cambios inmediatamente. Yo llevo trabajando 25 años en la Administración y algunos asuntos tardan en realizarse un tiempo determinado. Tiene que haber un periodo de cambio. La reforma laboral es un ejemplo. Ha habido un cambio positivo, pero requiere mejoras todavía.
"El fin de las guardias médicas de 24 horas debe pasar por un periodo de transición"
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Habrá que valorar exactamente cómo es la forma de hacerlo, pero lo que queda claro en el programa es que hay que plantearse que es una situación a extinguir por carga profesional, condiciones del profesional y calidad en la atención a las personas, así como por el riesgo que supone una atención de ese tipo. Habrá que buscar fórmulas, sentarse y hablar. Algo que forma parte del espíritu de Sumar es esa capacidad de sentarse, negociar y buscas posibilidad de vías. La reforma laboral es un ejemplo claro.
¿Cuál va a ser la postura de Sumar con los conciertos de la sanidad privada? ¿Contemplan la reversión de conciertos que estén vigentes?
La redacción del programa es adecuada porque la frase es una 'transición hacia un modelo público'. En algunos casos, va a tener que haber concertaciones porque están funcionando, pero si se fija bien a veces son muy diferentes entre comundiades autónomas. Lo que sí que es importante es que, en caso de hacer esas concertaciones, sean con fundaciones sin ánimo de lucro. Es muy importante. Y que haya una evaluación rigurosa de la concertación para que las condiciones sean adecuadas al sistema de concierto.
En algunos casos, estamos observando que estos conciertos se hacen con empresas privadas con claro ánimo de lucro e incluso la evaluación se está realizando por otra empresa privada. Está totalmente deslocalizado el control de ese concierto. Eso no se puede permitir. Está suponiendo más gasto público y que los beneficios vayan a fondos privados
¿Entonces cierra la puerta a conciertos con empresas privadas?
El tema es buscar fundaciones sin ánimo de lucro. No puede ser que tengamos una empresa con un beneficio extremo totalmente diferente a si fuera un concierto con otra fundación. Calidad del concierto, sistema de evaluación y que pueda a haber un control, siempre con la filosofía o la orientación de que ese concierto se pueda hacer desde el punto de vista del sistema público. Esto está pedido por los propios trabajadores de las empresas privadas, donde las condiciones laborales y salariales son bastante peores que en lo público.
Una de las propuestas de Sumar es la supresión progresiva del sistema de mutualidades de Muface, ¿se han marcado una fecha para este paso paulatino?
No. Forma parte de la orientación de futuro. No tiene sentido que tengamos un subsistema de atención totalmente diferente al SNS y además para de una población de funcionariado. Se plantea que haya una transición hacia el sistema público, pero de forma paulatina. Hay que hacer las cuestiones sin tensionar las costuras del sistema nacional, pero teniendo en cuenta que es un modelo que hay que plantearse.
"No tiene sentido que tengamos un subsistema de atención totalmente diferente al SNS"
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Igual que lo fue en su momento la llegada del SNS, hay que pasar de un sistema determinado a otro de manera progresiva, bien evaluada, con rigor y hecho con proporcionalidad.
¿Cuál es la forma para hacer más atractivas las plazas de Medicina de Familia para que no queden vacantes en el MIR?
Ahora mismo el poder y el prestigio de Primaria está muy relacionada con la formación pregrado o con que haya departamentos de Atención Primaria en las universidades porque, en general, siguen un modelo muy biologicista. En el grupo de trabajo, los profesionales hospitalarios y de Primaria se ponían de acuerdo en este sentido. Hace falta que sea mucho más integral y ponga el valor del trabajo que se hace.
Ocurre lo mismo con salud pública. Si esa formación pregrado se hace de manera más consistente, se va a conseguir que las plazas sean mucho más atractivas de cara al futuro de los profesionales
¿Se plantean volver al método de elección en tiempo real del MIR?
No es un tema que haya salido en el grupo de trabajo porque lógicamente hay muchos asuntos puntuales que no han abordado. No lo conozco en detalle, pero sé que ha habido bastante descontento. Este y otros temas de conflicto hay que sentarse, revisarlos y valorar si se puede mejorar. En salud pública, estamos muy acostumbrados a que todos los procesos son muy mejorables. No hay que tener miedo a sentarse, revisarlos, ver cosas que se pueden mejorar y otras que, a lo mejor, por las circunstancias no se puede.
Partiendo de una hipótesis en la que las mayorías absolutas se antojan complicadas, ¿Si el bloque progresista revalida su mayoría entraría en los planes de Sumar hacerse con el control del Ministerio de Sanidad?
Ahora mismo no estamos pensando en eso. Hay que hacer pasos pequeñitos hacia otras cosas. En mi situación tampoco soy la persona más apropiada para poder plantearlo.
Aunque apunta como candidato a ministro…
No es algo que valore ahora mismo. Sí que tengo en la cabeza personas posibles, grandes profesionales, que podrían ser ministros y ministras, pero no tanto mi candidatura personal. Habrá que verlo poco a poco. Yo no vengo del mundo de la política. He trabajado de director general de Salud Pública pero nunca he estado dentro de ningún partido. No estoy ahora mismo dentro de ninguno. Sumar es una confluencia y hay personas independientes que no son afiliados. Yo no lo soy.
Lo importante ahora es empujar. Es muy importante el voto de cara al domingo para que haya un Gobierno progresista. Hay datos concretos de lo que supone tenerlo o no. Más allá de quién sea esa persona, lo que está claro es que el ministerio de Sanidad tiene que ser fuerte, liderar un proceso de cambio del SNS a nivel estatal y de liderazgo.
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