El
Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) ha hecho público su
anuario correspondiente a 2016, en el que se recogen las
valoraciones de los españoles sobre la sanidad a lo largo de esos doce meses. Entre los datos aparece la percepción que los ciudadanos tienen en cuanto a recursos empleados por las administraciones, donde la
sanidad es la peor valorada sólo por detrás de la dependencia.
En concreto, la
atención sanitaria recibe muy pocos recursos por parte de las administraciones públicas para un 64 por ciento de los encuestados -la opción más escogida como respuesta-, por detrás del 67,3 por ciento de las
ayudas a personas dependientes. Por detrás de sanidad aparece la enseñanza, la investigación en ciencia y tecnología -ambas con un 60 por ciento-, la Seguridad Social y pensiones -59,3 por ciento- o la protección al desempleo -58,1 por ciento-.
Además, el anuario refleja los
cambios en la valoración sobre la sanidad entre los siete principales problemas actuales en España, que en 2016 ha oscilado del 9,3 por ciento que alcanzó en abril
hasta el 13,7 por ciento registrado en diciembre. Esta preocupación ha mantenido, en línea general, la quinta posición a lo largo de 2016, lejos de los procentajes alcanzados por el paro, con un máximo de 78,4 por ciento en abril, o la corrupción y el fraude, que llegaron al 47,8 por ciento en el mismo mes.
Poco satisfechos
Esa percepción como
uno de los principales problemas para los españoles se refleja también en el hecho de que el
grado de satisfacción con el funcionamiento de la sanidad sea bajo. En concreto, el 41,3 por ciento lo tachan de "poco"
satisfactorio, por detrás el 44,7 por ciento que recibe la educación, el 43,7 por ciento de la administración de Justicia o el 42,4 por ciento de los servicios sociales.
Sin embargo, la cifra del grado de satisfacción con el funcionamiento de la sanidad no dista demasiado del 40,6 por ciento de quienes han contestado "bastante".
Entre quienes han contestado que las administraciones destinan muy pocos recursos a sanidad, el CIS ha
diferenciado varias categorías de los ciudadanos que permiten elaborar un perfil. Así, la mayoría de quienes lo consideran insuficientes son mujeres -64,9 por ciento-, de entre 55 y 64 años -68 por ciento-, separadas -76,3 por ciento-, con formación hasta FP de grado superior -66,9 por ciento-, ocupadas -67,3 por ciento- y de la clase social que el CIS etiqueta como 'Obreros/as no cualificados/as' .-70,7 por ciento-.
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