Cuando los trabajadores contratados no son suficientes para asumir la carga de trabajo, tienen que hacer más horas que las que les corresponde por contrato. Esto es lo que sucedió en el último trimestre de 2016 con 456.200 sanitarios que trabajaron más de 40 horas a la semana, según los últimos datos de la Encuesta de Población Activa del Instituto Nacional de Estadística (INE).
Esto implica que el 31 por ciento de los 1.406.000 profesionales sanitarios actualmente en activo trabaja más de 40 horas a la semana. El INE no especifica los datos de aquellos que trabajaron más de 37,5 horas sino que marca la frontera en las 40 horas.
En el último trimestre 10.000 sanitarios realizaron 16 o más horas extras a la semana. Del total de los que hacen horas extra, 16.400 no reciben ningún tipo de remuneración económica por quedarse más allá de la hora de salida, un 38,31 por ciento del total.
La proporción de sanitarios que no cobran por las horas extras es la más alta de los últimos tres años y, desde 2008, sólo ha sido superada por 2013. En el último trimestre de ese año, 22.300 sanitarios, un 43,46 por ciento, que se trabajaron una vez cumplida su jornada laboral no cobraron nada.
Educación cobra menos que sanidad
Los profesionales del sector educativo tiene un porcentaje de horas extra similar al de los sanitarios, ya que un 3,2 por ciento de los 1.206.600 millones las hacen. No obstante, un 10 por ciento de los 39.600 que trabajan por encima de su jornada cobran por las extras.
De hecho, el sanitario es de los sectores que más cobran las horas extras, ya que únicamente los trabajadores de industrias extractivas, sector de agua, construcción y actividades administrativas cobran más las extras que los sanitarios.
En el lado opuesto quienes, como educación, cobran poco sus horas extras, son los profesionales de servicios financieros con un 84,86 por ciento de impagos; los de las inmobiliarias, con un 69,2 por ciento y los científicos, con un 74,8 por ciento de profesionales que no cobran por quedarse trabajando de más.
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