La
ministra de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, María Luisa Carcedo, ha reivindicado en la sede de la
Organización de las Naciones Unidas (ONU) la recuperación de la u
niversalidad de la atención sanitaria en España como un ejemplo de "justicia social" para que "no se deje a nadie atrás".
Carcedo ha viajado hasta
Nueva York (Estados Unidos) para participar en la reunión de alto nivel 'Unidos para acabar con la
tuberculosis: una respuesta global urgente a una epidemia global', convocada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el marco del 73º periodo de sesiones de la
Asamblea General de Naciones Unidas.
Carcedo: "El acceso y la cobertura es clave para controlar la enfermedad"
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En su intervención, la ministra ha vinculado la
recuperación de la universalidad como una "pieza clave" en la lucha contra la tuberculosis y, en general, en "la protección de la salud individual, especialmente de las personas en situación de mayor vulnerabilidad, y colectiva". "El acceso y cobertura universales para la
prevención, diagnóstico y tratamiento de la tuberculosis son las claves sobre las que tienen que basarse el conjunto de acciones para el control de esta enfermedad y construir una sociedad más justa y mejor", ha indicado la ministra.
Carcedo se ha referido a las barreras de
acceso a los servicios sanitarios como uno de los "principales aliados" de la tuberculosis, además de otros factores como "la pobreza y la exclusión, la marginación social o la presencia de otras
patologías y comorbilidades". Por ello, ha insistido en la trascendencia de medidas como la recuperación de la atención sanitaria normalizada para todas las personas en España, y en la necesidad de
"no dejar a nadie atrás".
El principal reto de la tuberculosis. el aumento de resistencias
La responsable de Sanidad ha recordado que el Plan Nacional para la Prevención y Control de la Tuberculosis, aprobado en España en 2009, se alinea con
la estrategia Mundial y el Plan de Acción regional de la OMS
frente a la enfermedad. Además, ha aludido a la necesidad de responder a distintos retos que plantea la tuberculosis, como "el aumento de resistencias".
La ministra reivindicó la necesidad de disponer de "un arsenal terapéutico más amplio y adaptado para afrontar la resistencia"
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"Necesitamos disponer de un arsenal terapéutico más amplio y adaptado para afrontar la creciente presencia de
resistencias a los fármacos antituberculosos", ha indicado Carcedo. Además, ha defendido la importancia de "fortalecer las capacidades de acompañamiento de los tratamientos para que culminen con éxito", o fijar
estrategias para el control de la enfermedad en poblaciones de elevada movilidad. Todo ello, "con el estricto respeto a los derechos humanos".
15.000 millones de euros al año para acabar con la tuberculosis
Por otro lado, los líderes mundiales reunidos en el acto se comprometieron a invertir
13.000 millones de euros hasta el año 2022 par
a implementar programas de prevención y atención contra la tuberculosis, así como a financiar unos 2.000 millones de euros para investigación en esta enfermedad.
También se ha llegado a un acuerdo para proporcionar
un tratamiento preventivo a 30 millones de personas para protegerlos de una posible infección. Además, se comprometieron a tomar medidas "firmes" contra las formas de la enfermedad resistentes a los medicamentos, así como a abordar el estigma que aún prevalece en torno a la tuberculosis en muchas partes del mundo.
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