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Apoyo científico a vender con receta cigarros electrónicos en el hospital

Un informe del departamento de Salud de Reino Unido señala que esta medida puede ayudar a los pacientes a dejar de fumar


10 feb 2018. 14.00H
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POR REDACCIÓN
Los hospitales británicos deberían vender cigarrillos electrónicos y habilitar salas especiales donde los pacientes puedan usarlos con el objetivo de ayudarles a dejar de fumar. Así lo ha señalado un reciente estudio encargado por el departamento de Salud de Reino Unido, que promueve la venta y uso de estos aparatos en fumadores de nicotina. 

Según recoge The Guardian, el estudio, realizado por expertos de la Universidad de Stirling (Escocia) en colaboración con otros centros como el King's College de Londres, concluyó que los e-cigarrillos tiene un riesgo reducido para la salud en comparación con el tabaco convencional. Destacaron que su uso podría ser especialmente útil en los hospitales ya que podría alentar a los fumadores pasivos a dejar de fumar.

 los últimos datos del departamento de Salud Pública Inglés (PHE por sus siglas en inglés) muestran que al menos 20.000 personas al año han abandonado el tabaco gracias al vapeo de estos cigarrillos electrónicos. 

"Los cigarrillos electrónicos se han convertido en el arma más popular  para dejar de fumar entre los fumadores de Gran Bretaña con tres millones de usuarios regulares", asegura el profesor John Newton, director de Salud del PHE. En este sentido, Newton afirma que el estudio refuerza la idea de que los vaporeadores son "al menos un 95 por ciento menos dañinos" y suponen "un riesgo insignificante para los fumadores pasivos".

Prescripción médica

Estos aparatos tienen generalmente forma de pipa o cigarro y están compuestos por un sistema inhalador que funciona con una resistencia y una batería que calientan y vaporizan una solución líquida con nicotina u otras sustancias.

Esto implicaría, según las autoridades médicas, que los médicos del Sistema Nacional de Salud de Reino Unido (NHS por sus siglas en inglés) puedan prescribir estos dispositivos electrónicos como método para dejar de fumar, una práctica que actualmente no está permitida.

Precisamente, John Newton recalcó en sus conclusiones que "más de la mitad de los fumadores" creen de forma equivocada que el uso de los cigarrillos electrónicos "es tan dañino como fumar tabaco". Por eso considera “trágico” que miles de fumadores que podrían dejar de fumar con la ayuda de un cigarrillo electrónico “se desanimen debido a los falsos temores sobre su seguridad”.

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