En mayo de 2016,
Gracia Álvarez aterrizó en la Secretaría de Salud, Sociosanitario y Dependencia de FeSP-UGT para defender el carácter público del sector y denunciar la
temporalidad y
precariedad laboral que ahoga - y continúa ahogando- a los profesionales. Ahora, cuando se cumplen casi cinco años de la elección de la candidatura de Julio Lacuerda, en la que figuraba su nombre,
Álvarez regresa a la profesión que ha ejercido durante más de 40 años, la de enfermera, con el deseo de salir de la vida laboral por la misma puerta por la que entró y teniendo en mente que cuando un sanitario no puede curar, siempre puede cuidar.
¿Qué ha motivado esta decisión?
Me gustaría jubilarme como enfermera, que es lo que he sido toda la vida. El sindicalismo es una parte para reivindicar nuestras condiciones laborales y una mejor atención a la población. Creo que todos los sanitarios tenemos una parte vocacional, de ayuda, de trato con las personas. Creo que es bueno haberlo mantenido a lo largo de la vida laboral y salir de ella por esa misma puerta.
El sindicato es algo muy exigente y todo tiene una edad y un momento. Hay un momento en que das todo lo que tienes para compartir, que es fundamentalmente en tu trabajo, y después toca bajar un poco el ritmo y volver a lo que ha sido mi trabajo durante más de 40 años y mi vocación. Eso también me pesa. Creo que va a ser agradable volver, a pesar de la situación dramática que hay.
Imagino que ha sido una decisión muy meditada. ¿Estás preparada para volver a la Enfermería?
Sí, desde hace mucho tiempo. Ahora regreso a mi puesto de trabajo y tendré un periodo de adaptación y de “formación” para volver a reengancharme y ponerme al día. También estaré aquí un periodo corto de tiempo para ayudar a la persona que venga a encarrilar todo esto y hacerse con la situación.
¿Se sabe quién ocupará el puesto?
No, hasta que no sean las votaciones y salga el nombre del elegido o elegida.
Imagino que será un profesional sanitario.
Suele ser una persona del entorno sanitario y es recomendable que lo sea.
¿Cuál es el balance de estos cinco años?
Hay un balance a nivel personal de aprendizaje. Y, en cuanto a la situación del sector, hemos estado tristemente en el candelero durante todo el 2020 y seguimos estándolo. Creo que las crisis deben de verse como una oportunidad de cambio, más que como un desastre. Independientemente de las consecuencias negativas que tengan, hay que mirar hacia adelante y cambiar o modificar aquellas cosas que no han ido bien o no han dado la respuesta adecuada.
"Creo que las crisis deben de verse como una oportunidad de cambio, más que como un desastre"
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¿Qué es lo más urgente en el Sistema Nacional de Salud?
Creo la temporalidad en sanidad es una cosa que no puede ser. Hay que ponerle un remedio y hay otras cuestiones a tener en cuenta como el envejecimiento de los profesionales. Si la población es mayor, hay que pensar en un plan de Recursos Humanos que pueda dar respuesta a las necesidades que tiene la población. Y, desde luego, la temporalidad y el empleo precario no es lo que necesitamos para una relación clínica de calidad, que creo que se debe mantener por encima de todo. Cuando un sanitario no puede curar, siempre puede cuidar.
¿Y estamos a tiempo de cambiar?
Creo que todavía estamos a tiempo de la reflexión y de poner las medidas. El ámbito de la salud es importantísimo para todos y lo decimos continuamente, pero no se lleva a la práctica. En general, todos estamos muy orgullosos del SNS y parece que va solo, pero no es verdad. Esto es como una orquesta y todos los miembros son necesarios para que funcione bien. No vale con tener un gran director.
Hay cosas que la pandemia ha acelerado, como todo el tema de la digitalización, que tendrá sus cosas buenas y sus cosas malas. En cuanto a los propios profesionales, nos hemos dado cuenta de que hay que cuidar más la salud de los propios profesionales.
¿Cuál es el mayor logro sanitario como secretaria de Salud?
Desde mi punto de vista, hay un logro que no se ha llegado a materializar, pero que se volvió a poner sobre la mesa, el tema de la Atención Primaria. La Atención Primaria ha sido machacada con la crisis, mucho más que especializada, con una disminución en las plantillas brutal. Los recortes han sido durísimo. María Luisa Carcedo retomó el Marco Estratégico para la Atención Primaria y Comunitaria. El problema que ahora estamos sufriendo es de salud comunitaria y no me he cansado de repetirlo desde que comenzó la pandemia.
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